La Guardia Civil cumple 175 años desde su creación en 1844, siempre muy ligada al medio rural
C.R./ Teresa S.N.
175 años han pasado desde la creación oficial de la Guardia Civil, un cuerpo especial de fuerza armada destinado “a proteger eficazmente las personas y las propiedades”, tal como se apuntaba en el Real decreto de 1844. A partir de ahí, Francisco Javier Girón y Ezpeleta, II Duque de Ahumada, se encargó de seleccionar el personal, en sus inicios 1.870, muy pocos para cubrir un territorio complicado, en el que campaban a sus anchas bandoleros y pillos. Pero eso no acobardó a Ahumada: “Servirán más y ofrecerán más garantías de orden cinco mil hombres buenos que quince mil, no malos, sino medianos que fueran”, decía. Desde el principio, en su uniforme hubo una nota distintiva, el tricornio, sombrero de tres picos de origen francés.
Ya en su nacimiento, lo esencial era que la Guardia Civil sirviera a España y los españoles, independientemente de la forma política que el país quisiera adoptar. En 1845, se elaboró la “Cartilla del Guardia Civil”, que, con alguna modificación lógica, constituye el actual reglamento. “El honor es la principal divisa del guardia civil; debe, por consiguiente, conservarlo sin mancha. Una vez perdido, no se recobra jamás”, reza.
Desde entonces, la Guardia Civil ha ido evolucionando. Hoy son cerca de 85.000 efectivos, y aun así parecen pocos para atender todas sus competencias: el control de las armas y explosivos; el tráfico interurbano, el narcotráfico, la corrupción, el terrorismo yihadista, las mafias que trafican con inmigrantes, la custodia de las vías de comunicaciones, puertos y aeropuertos, y la protección de la naturaleza, entre otras. Salvo en las comunidades donde ejercen competencias las policías autonómicas, territorialmente a la Policía Nacional el corresponden capitales y determinados núcleos urbanos, mientras que la Guardia Civil es responsable en el resto, un territorio que en Castilla y León es muy amplio, y que ha dado pie a que dentro de la atención rural se cree un área especializada, como son los equipos ROCA.
Como dijo hace pocos días la delegada del Gobierno, por desgracia despoblación no significa tranquilidad, y ser pocos es más bien un problema para la seguridad”. Eso hace necesaria, más que nunca, la presencia de la Guardia Civil en el medio rural. Una de las instituciones más valoradas por los españoles, que valoran la seguridad que aporta y su apuesta por estar al lado de la gente.