El leonés David Rodríguez representó a España en el Mundial de Arada, celebrado en Inglaterra
CAMPO REGIONAL / Redacción
York, una pequeña y bella ciudad al norte de Inglaterra y cercana a Escocia, acogió este año el Campeonato Mundial de Arada, que cumplía su 63 edición. Hasta allí viajaron el leonés David Rodríguez, campeón español de arado fijo, y el gerundense Lluís Buch, de arado reversible, para representar a nuestro país. En un terreno en condiciones óptimas de arada, “aunque de vez en cuando salía alguna piedra un poco grande, para fastidiar las labores perfectas de los aradores”, explica David, el representante leonés hizo una excelente labor. Pese a ello, en la clasificación general quedó en la mitad de la tabla, ocupando el puesto 17 de alrededor de treinta países; Lluch ocupó el veinte. Un resultado que el leonés asumió con deportividad: “son ya siete años representando a España en los campeonatos mundiales, y sé que es muy difícil llegar arriba. En otros países esta tradición de los concursos está muy arraigada, cuentan con apoyos y patrocinios que aquí son inimaginables”. En esta edición, el podium fue copado por las islas británicas, resultando ganadores los representantes de Escocia, Irlanda del Norte y República de Irlanda.
Aún así, David se da por satisfecho y disfruta cada momento de estas competiciones de los mejores aradores del mundo, en las que hay un gran ambiente y compañerismo entre las diferentes naciones. “Aprendes un montón conviviendo con agricultores de todo el mundo. En Inglaterra he visto que la gente en general está concienciada con la importancia de nuestro sector, valoran el peso económico que tiene. Y sobre todo me chocó ver el amor y respeto que tienen los agricultores por el campo y por lo tradicional”.
Además de las pruebas en sí, que se desarrollaron a lo largo de dos jornadas (un día prueba sobre rastrojo y sobre pradera), se celebró paralelamente el primer campeonato mundial de arada con tractores clásicos. Además, hubo exhibiciones de arada con caballerías y con máquinas a vapor de finales del siglo XIX y de principios del siglo XX. El tiempo acompañó, y los cerca de 200.000 asistentes pudieron disfrutar de buenas labores y mucho entretenimiento.
Este título no conlleva gratificación económica, solo queda grabado el nombre del ganador para la perpetuidad en el trofeo de oro que representa el triunfo, trofeo que ha de devolverse el siguiente año para ser entregado al nuevo campeón, recibiendo el anterior una réplica que puede conservar. Para participar en el campeonato mundial, es condición imprescindible ser el ganador de tu país. En España la organización encargada de organizar estos campeonatos y que nos representa en la Organización Mundial de Arada es ASAJA.