Para este agricultor de Aguaviva (Soria) el campo no tiene secretos. Cuando era pequeño lo conoció de la mano de su padre, y tras dejar los estudios comenzó a trabajar en la explotación familiar de cereal y ganadería. A sus 39 años, veintitrés de los cuales ha dedicado a la agricultura, ha observado de cerca las grandes trasformaciones del medio rural.
Para este agricultor de Aguaviva (Soria) el campo no tiene secretos. Cuando era pequeño lo conoció de la mano de su padre, y tras dejar los estudios comenzó a trabajar en la explotación familiar de cereal y ganadería. A sus 39 años, veintitrés de los cuales ha dedicado a la agricultura, ha observado de cerca las grandes trasformaciones del medio rural. “Ha evolucionado mucho sobre todo lo concerniente a maquinaria, variedades de semilla e información”, afirma. Pero también ha visto aspectos negativos como el despoblamiento de su pueblo, en el que ahora solamente cohabitan 30 vecinos, de los cuales él es el de menor edad. A pesar de todo se resiste a abandonar su trabajo y mucho menos su pueblo. “Creo que aquí –asegura– se vive bien; además la ciudad no me gusta. El problema es que en mi pueblo no hay vida, ni gente”.
Ballano dirige una explotación de cereal (trigo y cebada) a la que este año ha añadido las leguminosas (garbanzo). Hasta que su padre se jubiló también trabajaban una explotación de ganadería ovina, pero la falta de mano de obra para el pastoreo hizo que tuvieran que venderla.
Juan Pedro opina que “la reforma de la PAC no afectará mucho a mis tierras, sin embargo soy contrario a ella, puesto que perjudica a los agricultores”. Considera que el pertenecer a un sindicato favorece, ya que se escuchan mejor las críticas emitidas por un grupo que por uno solo. Por ello y por otras ventajas es miembro de ASAJA-Soria casi desde su fundación. Así, con los cursos impartidos en nuestra asociación, ha desarrollado una aplicación de Excel (la hoja de cálculo disponible en cualquier ordenador) que supone una versión de los cuadernos de explotación. “Esta variación –asegura– introduce mejoras en el proceso administrativo de la explotación, como ajustar los consumos de semillas y fitosanitarios, puesto que conserva, de manera histórica, los datos de la explotación al mismo tiempo que la convierte en un campo de ensayo”.