Juan Meléndez, propietario de una explotación en Santesvás de la Vega (Palencia), se considera a sí mismo más ganadero que agricultor, aunque ha dedicado ambas actividades casi toda su vida.
Juan Meléndez, propietario de una explotación en Santervás de la Vega (Palencia), se considera a sí mismo más ganadero que agricultor, aunque ha dedicado ambas actividades casi toda su vida. “Nací de padres agricultores y ganaderos, pequeños, eso sí, y aquí sigo”, dice Juan, quien se mantiene en este negocio a pesar de que la actual “es una época muy mala. Estamos por vocación porque, de otra manera, no aguantaríamos”.
Su explotación tiene unas 130 hectáreas, de las que 30 son de secano y el resto de regadío, y una cabaña bovina con unas 370 reses, “desde terneras hasta vacas en producción”. A lo largo de sus 61 años de vida, ha visto cómo han cambiado extraordinariamente las condiciones de trabajo en el campo, en especial las referidas a los controles de calidad, que aplaude sin dudar: “estoy de acuerdo con que nos exijan calidad, porque si todo está correcto, se beneficia a la ganadería en su conjunto”.
Sin embargo, se queja del “engorroso tema de los papeles” que, a su juicio, se debería simplificar, ya que “nos quita mucho tiempo y es muy costoso de hacer, porque además cambia mucho de un día para otro”.
Juan no ve “nada claro” el futuro del sector y expresa su pesimismo al respecto: “la producción de leche ha experimentado una bajada de precios muy espectacular. Tengo mucha menos ilusión que antes sobre lo que nos aguarda”. No obstante, para Juan existe un elemento que podría cambiar las cosas, la Cámara Provincial, para la que ha sido elegido recientemente como representante de ASAJA: “la idea de todos es que, desde allí, se puede hacer algo por el campo palentino. Padre de cinco hijos, dos de ellos siguen sus pasos, aunque “sólo el tiempo dirá si podrán aguantar”.
