Esta organización pide a los legisladores que “no den la espalda al medio rural” y reformen las leyes para que delincuentes acaben en la cárcel y no salgan al día siguiente a la calle
Los agricultores y ganaderos de la provincia de Valladolid no pueden más. Este verano ha sido especialmente “caliente” en cuestión de robos en el campo y los profesionales del campo urgen soluciones.
Cientos de equipos de riegos, baterías, transformadores, etc. han sido saqueados ocasionado cuantiosas pérdidas e imposibilitando el desarrollo del trabajo y las campañas de los cultivos. El valor medio de los robos sobrepasa los 3.000 entre lo sustraído y la reparación.
ASAJA Valladolid, ante el inicio del curso político, pide a los legisladores que “no miren para otro lado” y endurezcan las leyes y penas para que estos delincuentes acaben en la cárcel. Para los agricultores vallisoletanos estamos normalizando que un delincuente detenido por estos robos este al día siguiente en la calle. Los robos deben tener sus consecuencias penales y hay que proteger la seguridad y el trabajo de las personas del medio rural. La despoblación también se frena ofreciendo seguridad y garantizando que una persona pueda trabajar sin miedo.
ASAJA Valladolid pide a sus representantes políticos en el Parlamento y el Senado, y a los procuradores en las Cortes de Castilla y León que tomen conciencia de este problema y hagan un frente común para solucionarlo.
Esta organización, quiere destacar el excelente trabajo que realiza la Guardia Civil y su profesionalidad. Sin su determinación y trabajo, agricultores y ganaderos estarían todavía más indefensos. Pero es imprescindible dotarlos de más medios humanos y tecnológicos para perseguir estos delitos que asolan el campo. El medio rural necesita más guardias civiles, mejor equipados y con herramientas de última generación. Pero también, unas leyes que respalden su labor y la protección de los habitantes y bienes fruto de su trabajo y esfuerzo.
ASAJA Valladolid pide “más empatía a nuestros legisladores y determinación” para solucionar problemas concretos, antes que batallas políticas que no conciernen realmente a la vida de los ciudadanos.