La primera necesidad que se pone encima de la mesa es habilitar una línea de financiación específica para bodegas y viticultores
Ayer tuvo lugar en Valladolid, una reunión de dirigentes de ASAJA CyL, entre los que se encontraban, Donaciano Dujo, presidente Regional, Juan Ramos Alonso, presidente de esta asociación en Valladolid, Joaquín Pino, presidente de ASAJA Ávila y Juan Jose Sobrino, responsable de viticultura en ASAJA Segovia. A estos se les unió un pequeño grupo de viticultores de la D.O. Rueda.
El cierre del canal HORECA, a causa del Covid-19, ha frenado en seco la venta de vino en toda España. Pero la D.O. Rueda tiene que sumar a esta coyuntura negativa, un problema añadido: la mayor parte de los vinos que se elaboran en la D.O. Rueda son vinos para consumir en el año.
A las puertas de una vendimia generosa y con las bodegas de la D.O. Rueda, cargadas de vino de la vendimia 2019, la situación puede ser dramática para los viticultores de la D.O. Rueda. Los asistentes a la reunión configuraron una tabla reivindicativa, que harán llegar a las diferentes Administraciones; Comisión de Agricultura Europea, Ministerio de Agricultura del Gobierno de España, Consejería de Agricultura de la JCYL, y a los diferentes representantes agrarios de las formaciones políticas en el Congreso y Senado.
La primera necesidad que se pone encima de la mesa, es habilitar una línea de financiación específica para bodegas y viticultores, a través de créditos sin interés, tanto para las bodegas de la D.O. Rueda coma para los viticultores.
La segunda, conseguir una mayor dotación presupuestaria para la destilación de crisis, sumando a las cantidades aportadas por Europa , recursos de la Junta de Castilla y León y recurso propios del consejo regulador, que permitan minimizar las perdidas a las bodegas, que destilen sus vinos de calidad en alcohol. Comprometiéndose las bodegas favorecidas por esta medida, a adquirir de los viticultores de la D.O., el equivalente de la misma cantidad destilada a la compra de uva.
La tercera, vendría por conseguir unas indemnizaciones, para la vendimia en verde voluntaria. Esta medida permitiría sacar del mercado, los millones de kilos que tendrán dificultades para entrar en las bodegas. Las cuantías económicas que deberían obtener los viticultores por destruir parte de su cosecha, se tendrán que aproximar a los costes de producción de la zona (3.000 € x hectárea aproximadamente).
La cuarta, de carácter más técnico y que compete al Consejo Regulador, vendría por prohibir el riego totalmente. Esta medida no generaría perjuicio en los viñedos, ya que el mes de abril ha sido lo suficiente lluvioso, y garantizaría una magnifica crianza de la uva.
Pero la principal demanda, sería la concreción y rapidez para tomar estas medidas. Quedan escasamente 3 meses para la siguiente vendimia y tanto bodegas como viticultores de la D.O. Rueda necesitan tener algo de luz para recorrer este oscuro túnel.
La mayoría de los viticultores pusieron de manifiesto ante los dirigentes de ASAJA, la total falta de defensa de sus intereses, por parte de sus representantes en el CRDO Rueda. Temas como el aumento de las tasas, la eliminación de la bonificación del 4% por vendimia mecanizada, y una desesperante falta de transparencia, hacen sentirse a los viticultores vulnerables y victimas principales de la dramática situación.