En las votaciones, los eurodiputados del Partido Popular fueron los únicos españoles que votaron en contra de estas resoluciones
ASAJA Valladolid, condena enérgicamente la votación del Partido Popular español a favor de seguir importando productos con residuos de fitosanitarios prohibidos en la UE realizada este pasado miércoles en el Parlamento Europeo.
El Parlamento rechazó las decisiones de la Comisión que permiten tolerancias en la importación de ciproconazol y espirodiclofeno en una gran cantidad de productos como cereales, semillas, carne, hígado y riñón, así como de benomilo, carbendazima y tiofanato-metil en determinados productos como limones, limas, mandarinas. El uso de todos estos plaguicidas ya está prohibido en la UE.
Un total de 522 eurodiputados han votado a favor de la objeción a la decisión de la Comisión sobre el ciproconazol y el espirodiclofeno, 127 en contra y 28 se han abstenido.
En el caso del benomilo, la carbendazima y el tiofanato-metil, 516 eurodiputados han votado a favor de la objeción, 129 en contra y 27 se han abstenido.
Se necesitaba una mayoría absoluta de al menos 359 eurodiputados para rechazar las decisiones de la Comisión.
A pesar del rechazo del Parlamento Europeo a estas medidas, ASAJA Valladolid condena la decisión de los eurodiputados españoles del Partido Popular de votar por permitir la presencia de residuos de dichas materias en los productos importados. Unos votos inconcebibles, contrarios a lo que votaron sus compañeros del Partido Popular europeo y que suponen un ataque al campo español. ASAJA Valladolid pide explicaciones por esta decisión tan incomprensible y contraria a los intereses de los agricultores españoles.
Las resoluciones que acompañan al texto insisten en que los productos agrícolas importados de terceros países deben cumplir las mismas normas que los producidos en la UE para garantizar la igualdad de condiciones. Permitir niveles máximos de residuos más elevados para las importaciones también pondría en peligro la salud de los ciudadanos en Europa y en los países productores.
La Comisión debe ahora retirar sus propuestas y los eurodiputados han pedido a la Comisión que presente un nuevo proyecto que rebaje todos los límites máximos de residuos al límite de determinación (la cantidad más baja en la que se puede detectar) o al valor por defecto de 0,01 mg/kg para todos los usos y que rechace cualquier solicitud de tolerancia a la importación.