El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha analizado esta semana, junto a las organizaciones profesionales agrarias, entre las que estaba ASAJA, las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania en los mercados agroalimentarios, que ha pasado a primer punto del orden del día del Comité Asesor Agrario, convocado originalmente para abordar el Plan Estratégico de la Política Agraria Común, la sequía, las ordenaciones ganaderas y la Ley de la cadena alimentaria.
Tras mostrar su solidaridad con el pueblo ucraniano, Luis Planas ha asegurado que “estamos ante una situación excepcional, que requiere de medidas excepcionales”. Según el ministro, es necesario actuar con celeridad para asegurar la producción y abastecimiento alimentario en Europa.
“El orden de prioridades cambia” y la Comisión Europea tiene que flexibilizar medidas para afianzar la disponibilidad de materias primas, como ya le manifestamos ayer los Estados miembros, en la reunión extraordinaria del Consejo de Ministros de Agricultura de la UE.
El ministro y las organizaciones agrarias han compartido la preocupación porque se produzca un encarecimiento de precios y tensiones en el abastecimiento de algunos productos. Ucrania y Rusia son dos grandes productores de cereales y oleaginosas en el mundo.
En el caso de España, Ucrania es el segundo suministrador de maíz a España, por detrás de Brasil, con un volumen medio por temporada de 2,7 millones de toneladas, el 22 % de las compras de este producto en el exterior. También son destacables las importaciones de torta de girasol, con 233.00 toneladas, el 68 % del suministro total que recibe España. Estos productos tienen un gran uso en la fabricación de piensos para alimentación animal.
La actividad comercial desde Ucrania está totalmente paralizada y hay dudas sobre las posibilidades de siembra y producción para la próxima campaña.
El ministro ha señalado que se trata de un problema que afecta al conjunto de Europa, por lo que ayer solicitó que la Comisión Europea active todos los mecanismos que sean necesarios para facilitar la disponibilidad de materias primas en el mercado único y que se flexibilicen las medidas de la PAC para que se pueda incrementar la producción. En este sentido, ha apuntado la necesidad de que de flexibilicen algunos requerimientos técnicos aplicables a las importaciones, siempre con el aval de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés).
El conflicto bélico ha desencadenado ya un incremento de precios de las materias primas, que afecta especialmente al sector ganadero, y que se suma a la situación de sequía.
El ministro ha mencionado que no se prevén problemas de desabastecimiento, pero que hay que adoptar medidas en el seno comunitario para, ha insistido, asegurar la producción y evitar rupturas en las cadenas de suministro.