La OPA exige la modificación de los acuerdos comerciales en los que se incluyan las cláusulas espejo, así como un control más riguroso de las importaciones para no arruinar el sistema productivo europeo, español y provincial
ASAJA Soria acudió el lunes 18 de marzo al puerto de Santander, para secundar una protesta organizada por los compañeros de Palencia y a la que también se sumaron ASAJA Valladolid, ASAJA La Rioja y ASAJA Burgos. El principal punto de reivindicación es oponerse a la acumulación de cereales importados de Ucrania sin aranceles, una competencia desleal que obliga a los agricultores a vender el producto por debajo de los costes de producción.
ASAJA Soria, con cerca de un centenar de profesionales del campo de la provincia, ha mostrado una pancarta en la capital de Cantabria en la que podía leerse: ‘Importaciones sin control nos arruinan’. La OPA ha pedido en el puerto santanderino que se tenga en cuenta la opinión de los agricultores y que se garantice la preferencia comunitaria y la reciprocidad con las importaciones de países terceros, que se frenen los abusos comerciales y los bajos precios, y un cumplimiento estricto de la Ley de la Cadena Alimentaria.
La ausencia de arancel está situando los precios del cereal por debajo de los costes de producción, algo que va en contra de la Ley de la Cadena Alimentaria y que está arruinando a los productores de cereal de España, problema que padece de manera especial una provincia como Soria, donde este cultivo es el predominante.
Con esta concentración ASAJA Soria vuelve a la carga en lo que se refiere a movilizaciones a pie de puerto, como ya hizo el 22 de febrero en Valencia. Por los datos que se van conociendo, ASAJA no llega a comprender cómo es posible que el 75 por ciento del trigo ucraniano haya tenido como destino España. La OPA pide control en las importaciones y la aplicación de medidas de la cláusula de salvaguardia.
ASAJA Soria exige, tanto para el grano ucraniano como para el de terceros países que llega a los puertos españoles, la imposición de unos aranceles que graven estas importaciones o cláusulas espejo que garanticen que este grano cumple con las mismas garantías sanitarias, fiscales y laborales que se exigen a los agricultores europeos.
A orillas de Cantábrico, la presidenta de ASAJA Soria, Ana Pastor, acompañada por el secretario general de la OPA, Alejandro Aguado, ha querido insistir en que “»es fundamental dar una solución a la inundación de cereal y girasol de terceros países de nuestros mercados, que está hundiendo los precios de nuestras producciones. No puede ser que un agricultor soriano no pueda vender su cereal y los puertos estén llenos de un trigo que entra de forma descontrolada, en peores condiciones y en muchos casos tratado con productos prohibidos en nuestro país”.
HASTA JUNIO DE 2025. La medida de protesta se enmarcaba dentro de la movilización a nivel europeo en contra de prorrogar un año más la exención de arancel para las importaciones de Ucrania. Los embajadores de los estados comunitarios respaldaron el 21 de febrero prolongar un año más (es decir, del 6 de junio de 2024 al 5 de junio de 2025) la suspensión de los aranceles a las exportaciones ucranianas.
La Comisión Europea propuso el 31 de enero prorrogar esa suspensión y los contingentes sobre las exportaciones ucranianas a la UE, pero introdujo salvaguardias si uno o más países vean afectados sus mercados agrícolas, tras las protestas en cinco países cercanos a Ucrania. Agricultores de Polonia, Hungría, Eslovaquia, Bulgaria y Rumanía se han quejado de que el aumento de importaciones agroalimentarias de Ucrania supone una competencia a la que no pueden hacer frente, algo que también sucede en España.
El pleno del Parlamento Europeo espera pronunciarse en una de las sesiones de abril. Si la Eurocámara no introduce enmiendas en el texto, el Consejo Europeo adoptará la prórroga, por lo que el sector agrario de los países miembros está movilizándose a nivel comunitario para que no se prolongue una exención que está minando la viabilidad de la agricultura cerealista. Según los datos de la Lonja del Ebro y de la Lonja de León, los cereales ya se han depreciado en torno a un tercio este último año, debido sobre todo a esa importación masiva sin arancel.