Madrid, 12 de noviembre de 2021. Las organizaciones agrarias ASAJA, Coag y Upa se han dirigido al ministro de Agricultura, Luis Planas, para pedir una reunión urgente donde abordar un plan de choque que frene la crítica situación que atraviesan las explotaciones agrarias. Nos encontramos ante la campaña más cara de la historia en lo que a costes de producción se refiere, sin que los agricultores y ganaderos puedan repercutir esas tremendas subidas en el precio final al que venden sus producciones.
En las últimas semanas productos básicos en la cesta de la compra como son el pan, la leche, los huevos o el aceite de oliva ya han incrementado sus precios en los lineales de supermercados y grandes superficies y el consumidor pagará más caros estos productos, sin que los productores de los mismos puedan ver repercutidas estas subidas en sus cuentas de explotación.
Un ejemplo evidente de lo que está pasando en el sector son los ganaderos de leche, que estos días se manifiestan ante las industrias lácteas porque están al borde del colapso y está en juego su supervivencia inmediata. Producir un litro de leche le cuesta al ganadero 38 céntimos de euro y se le está pagando 34 céntimos (mientras el precio de venta al público son 80 céntimos de media). Con estos datos el resultado es que cada día cierran en España ente 2 y 3 explotaciones lácteas cuando, hay que recordar que, España es un país deficitario en leche por lo que nos vemos obligados a importar más de 700.000 toneladas anuales.
Los piensos para el ganado se han encarecido cerca de un 30% en el último año. Sin embargo, también son más caras las semillas (+20%); los abonos (+48%); el agua (+33%) o los plásticos que se utilizan en los cultivos de invernadero (+46%).
Pero sin duda, las subidas más espectaculares son las que afectan al gasóleo que usan todos los productores para mover sus tractores (+73%) y a la energía eléctrica (+270%). Por último, debemos también computar la subida del SMI que, en los últimos tres años, ha sido del 29,7%, a lo que debemos sumar la subida de las cotizaciones a la Seguridad Social.
Con esta situación de brutal subida generalizada de los costes de producción y sin que los agricultores y ganaderos puedan repercutir las alzas en el precio de venta de sus productos, el sector primario se encuentra en una situación seriamente comprometida, y si las explotaciones se ven abocadas al cierre el suministro de alimentos básicos podría no estar garantizado.
En este escenario, ASAJA, Coag y Upa consideran urgente que tanto el ministro Planas, como el Gobierno en su conjunto, tomen conciencia del grave problema que está sufriendo el eslabón más débil de la cadena alimentaria – agricultores y ganaderos- y se arbitre un Plan de Choque urgente que aporte soluciones y garantice el buen funcionamiento del sector agroalimentario, algo que no solo redundará en beneficio de los agricultores y ganaderos sino también de todos los consumidores.