En 2018 se reforzarán los controles de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) sobre el sector del vino en Castilla y León. Así lo ha asegurado José Miguel Herrero, director de AICA, en una reunión celebrada recientemente con los representantes del sector, ASAJA entre ellos, para hacer recuento de las inspecciones y sanciones del último ejercicio.
AICA ha llevado a cabo 279 inspecciones de oficio en Castilla y León para comprobar el cumplimiento de la Ley de Cadena en los principales sectores agrícolas y ganaderos, lo que representa un 8% de las inspecciones realizadas a nivel nacional.
Hasta 2017, AICA realizó en esta Comunidad Autónoma 65 controles en el sector vitivinícola, 52 en los sectores cárnicos, 50 en cereales, 35 en frutas y hortalizas, 23 en lácteo y otros 46 en conservas de pescado, forrajeras, huevos o miel.
Las investigaciones culminaron con la imposición de 38 sanciones a 13 empresas castellanas y leonesas por incumplimiento de la Ley de la Cadena, por un importe cercano a los 100.000 euros.
Las inspecciones realizadas hasta 2017 concluyen que el 81% de las sanciones en Castilla y León se impusieron por incumplir los plazos de pago (31); otras seis fueron motivadas por la falta de contratos a los que obliga la Ley de la Cadena. En el sector de frutas y hortalizas se impusieron 13 sanciones, 9 de las cuales han sido para los mayoristas del sector. Las bodegas de Castilla y León han sido sancionadas en 21 ocasiones por no cumplir el plazo de pago con los viticultores.
En cuanto a las denuncias por venta a pérdidas, práctica prohibida por la Ley del Comercio Minorista y que es competencia de las Comunidades Autónomas, AICA ha trasladado a la Administración regional competente las 24 denuncias recibidas para que las investigue.
ASAJA pide que se frenen los abusos en toda la cadena alimentaria
ASAJA ha insistido en la necesidad de estrechar los controles para que se frenen los abusos en la cadena alimentaria: “son insuficientes y las sanciones muy bajas, por lo que sale demasiado barato saltarse las reglas”. Prácticas como la venta a pérdidas se siguen produciendo, desprestigiando nuestros productos. En campañas como la última de patata, las presiones para hundir los precios por debajo de producción son enormes, y además se sigue ofertando patata importada como nacional con un etiquetado deficiente. Estos problemas también afectan a otras producciones, como la leche, tanto de ovino como vacuno, así como la carne, en especial en el caso del cordero lechal. Igualmente, ASAJA pide unos contratos estables y con precios rentables que favorezcan el equilibrio de la cadena alimentaria.