No sé dónde leí unas frases que creo que le pueden servir a nuestra vicepresidenta ahora que me va a relevar en el Comité Ejecutivo nacional de ASAJA: “Cada día es un nuevo comienzo. Trátalo de esa manera. Aléjate de lo que pudo haber sido y busca lo que puede ser”. En el campo hay mucho por lo que trabajar y siempre hay que tratar de mejorar y tener una vocalía de ASAJA Soria en Madrid y por extensión en Bruselas es muy importante para organizaciones como la nuestra. Estoy seguro de que Ana lo va a hacer muy bien, y que va a contar no solamente con mi apoyo, por descontado, sino del resto de la junta directiva, de los técnicos de ASAJA y de los socios en general.
Lo que ya no pinta tan bien es la cosecha. En la visita a los campos de ensayo de Almazán del 21 de junio ya pudimos ver los estragos que genera la sequía en las producciones. A esto hay que añadir el desaforado precio de los insumos; especialmente el del gasóleo, por lo que protestamos enérgicamente el 23 a las puertas de la Compañía Logística de Hidrocarburos en Valladolid. Con este panorama del cereal en las fincas, imaginemos a otro sector económico soportando esta situación extrema, y es que el precio del gasóleo agrícola el año pasado por estas fechas se encontraba a 0,83 euros/litro, a la mitad que en la actualidad. La espiral de subida es imparable, ya que en el mes de febrero la cotización media estaba en 0,84 euros/litro, pero en abril ya se ha pagaba a 1,43 euros/litro. Lo cierto es que la situación actual no se puede aguantar por mucho tiempo más. Hace 15 días ya lo decía el presidente regional de ASAJA. Donaciano comentaba unas cifras ante los medios que entiende toda la sociedad: “Llenar el tractor cuesta 600 euros al día y las cosechadoras 1.600 todos los días. Es una barbaridad, insostenible, y esto no lo aguanta el campo”.
El sector agroalimentario atraviesa actualmente un momento extremadamente delicado ante la brutal subida de costes de producción. Piensos, combustibles y tarifas eléctricas están por las nubes, sin olvidar por supuesto el hachazo al bolsillo que lideran también los fertilizantes, con incrementos que se multiplican por tres en medio año. Con este valor desproporcionado de los insumos, la sequía que estamos padeciendo no ha hecho más que empeorar las cosas con una cosecha de cereal que en términos de cantidad y calidad será mala. Y no podemos olvidar que el sector ganadero es uno de los más perjudicados porque hay que tener en cuenta que la falta de lluvias provoca que no haya pastos, el poco forraje que hay es caro, más el encarecimiento derivado de la subida de las tarifas eléctricas. El sector está acostumbrado a los problemas procedentes de la meteorología, pero en el campo de Soria no vale con pensar en poner parches con ayudas esporádicas. Hay que sentarse entre todos y afrontar un análisis de la situación y ver qué se pude hacer y qué no debe hacerse. Ya no sirven excusas sobre la inflación y guerras, que no las vamos a negar tampoco, pero hay una situación gravísima de falta de rentabilidad. Si las cuentas no salen ni remotamente estamos poniendo en peligro lo más importante que todos y todas hacemos todos los días: la alimentación. Ahí es nada…
Paso a otro tema más agradable para acabar este artículo y aprovecho para dar las gracias a los compañeros de ASAJA en La Rioja, por su colaboración y compañía en el viaje anual de nuestra asamblea, que esta vez tuvo como destino esa estupenda tierra vecina.
CARMELO GÓMEZ SANZ
PRESIDENTE DE ASAJA SORIA