La undécima edición de los Premios Espiga y Tizón tuvo un protagonista muy destacado: el secretario general de ASAJA nacional, Juan Sánchez Brunete, quien recogió el 22 de diciembre el Premio Espiga de manos del presidente de ASAJA-Soria, Carmelo Gómez. La ceremonia de entrega tuvo lugar en el Aula Magna Tirso de Molina de la capital soriana, abarrotada de profesionales del campo que no quisieron perderse esta importante cita que ya es un referente para el mundo del agro provincial y regional. Estos galardones están englobados dentro de la Asamblea Navideña, en la que los agricultores y ganaderos pueden escuchar también ponencias de la máxima actualidad agroganadera.
Con la concesión del galardón, los socios de ASAJA han querido agradecer públicamente el incondicional apoyo al sector primario del que ha sido secretario general nacional de la OPA desde 1991, así como sus desvelos y el coraje de batallar ante quien fuera, a costa a veces de la salud y de su tiempo personal para lograr mejoras para los profesionales del campo. Más allá de aciertos y errores, Sánchez Brunete es uno de los estandartes del sindicalismo agrario nacional. Además, en el sector siempre se ha reconocido su profundo conocimiento, disponibilidad y cercanía con las gentes del campo de esta provincia y la buena predisposición para atender las reivindicaciones de ASAJA Soria y escuchar y adaptar las propuestas de esta zona de España siempre que fue posible a nivel nacional.
Tras recoger el Premio Espiga, en un discurso con la voz a menudo entrecortada por la emoción, Brunete se refirió en primer lugar al honor de recibir este premio por parte de ASAJA para después poner en valor el esfuerzo global de todos los que conforman esta organización profesional. “Es un orgullo recibir este premio de una provincia tan batalladora como lo es Soria”, aseguró. Asimismo, apuntó que “es un honor este reconocimiento, que es en realidad un aliciente para todos los técnicos de ASAJA. Han sido muchos años de trabajo por y para el campo, con multitud de problemas pero siempre llenos de ganas de mejorar la situación de los profesionales de la ganadería y la agricultura”. “Aunque a veces no os hagan ni caso, en ASAJA Soria sois muy reivindicativos. Da gusto ser compañero vuestro”, indicó. Al tiempo, consideró, “hay que luchar para que suban los precios de los cereales, que es el cultivo clave en este provincia desde el punto de vista medioambiental y económico. Hay que invertir en esta provincia. Su campo no se puede quedar atrás más años por falta de inversiones”, concluyó.
En el lado opuesto, el Premio Tizón recayó en las confederaciones hidrográficas del Duero y del Ebro. Los afiliados de ASAJA se han acordado más de lo que les gustaría de sendos entes y se ha tratado de una reprimenda en firme y de un gran tirón de orejas para reclamar abiertamente la limpieza y el mantenimiento de los cauces, así como el cese de los obstáculos y absurdos condicionantes medioambientales que tienen que soportar. Pero el conocido como ‘Tizonazo’ es sobre todo por el lamentable episodio del reparto del agua, que acabó enfrentando a regantes de Soria con otros de Castilla y León aguas abajo. Además, eso hizo que los agricultores de Soria aparecieran ante la sociedad como unos insolidarios, unos tacaños o cosas peores. Y la realidad es que gracias a que muchos profesionales del campo soriano, con rigor, con espíritu ahorrador y con responsabilidad, a costa incluso de no poder regar y con las pérdidas que eso les ha generado, la ciudadanía dispone a estas alturas de año de agua para beber, y eso con la situación meteorológica tan adversa reinante. ASAJA envió días antes unas cartas a los presidentes de ambas confederaciones y ni contestaron ni acudieron a recoger el Tizón.
Además, y aunque no es habitual, en esta edición se concedió también una mención especial. Se trata de un detalle con el que ASAJA Soria quiso agradecer muy especialmente, con humildad pero con enorme afecto, la defensa y divulgación del campo por parte del programa Surcos, de Radio Televisión Castilla y León, que la organización profesional hizo nominal en la persona de su presentadora y directora, Cristina Carro, quien agradeció con efusión este reconocimiento y dirigió unas palabras al auditorio, en las que hizo hincapié en que “vuestros problemas, que son los de todos, necesitan un altavoz. Es un honor que el campo de Soria nos haya reconocido el trabajo. En Surcos nos gusta hacer las cosas con sencillez”. Carro hizo mención a su relación con el campo desde pequeña y enfatizó: “En Surcos hacemos las cosas con cariño. Detrás de la mención están todos mis compañeros”. Por último, deseó que el próximo año 2018 “llegue con buena cosecha y precios justos”.
Además de la ceremonia de los premios, ASAJA-Soria organizó en esta misma jornada una serie de ponencias para abordar la actualidad del sector primario. El primero en intervenir fue el responsable de la oficina de ASAJA en Bruselas, José María Castilla, a quien ASAJA Soria agradece públicamente el esfuerzo de acudir a la asamblea navideña de la OPA.
Castilla comenzó su alocución destacando el trabajo de la organización. “La presencia de una oficina de ASAJA en Bruselas es imprescindible. La labor de la OPA allí es crucial”, mantuvo. Sobre la futura PAC 2020 consideró: “Las propuestas legislativas llegarán según avance este próximo año. Los estados miembros piden más atribuciones. A priori, esta renacionalización puede ser peligrosa. Perjudicial porque se producirían diferencias entre agricultores de países del norte y del sur”. En clave de mercados, el comisario de Presupuestos de la UE aboga por financiación fuerte, lo que es buena noticia para ASAJA y el Copa-Cogeca. Para Castilla, “lo propuesto en la nueva PAC hasta ahora quedará quizá en papel mojado. Hay elecciones a la vista en Europa en 2019… Puede cambiar radicalmente el punto de visa político si el nuevo comisario europeo fuera del Este y no como el de ahora, que es de Irlanda”. También se refirió al reglamento ómnibus y a la dehesa mediterránea, “ambos aspectos habrá que tenerlos muy presentes, así como el veto de Rusia y acuerdos con Canadá y Japón”. Y el acuerdo con Mercorsur, “con controversia en carne de vacuno. Diferencias de estándares entre Europa y América que nos colocan en inferioridad de condiciones y pérdida de competitividad”.
Por su parte, Donaciano Dujo, presidente de ASAJA Castilla y León, lamentó “la falta de agua” y advirtió: “El cambio climático ha venido para quedarse”. Aludió a vivir unos “momentos de una Europa revuelta; habría que dar pasitos contra la burocracia”. “Es una ruina que llevemos dos años sin pastos para la cabaña ganadera”, añadió.
“No todo lo malo que tiene el campo viene del cielo. Hay que hacer autocrítica con el tema de rentas y exceso de maquinaria”, observó. En cuanto a la cuestión de las elecciones del campo comentó: “Creo que vamos a ganar. Esta OPA tiene verdaderos profesionales y miramos a los ojos a los ganaderos y agricultores. ASAJA hace las cosas con sentido común”. El presidente regional de ASAJA reflexionó sobre este aspecto e incidió en que “para tener una organización cada vez mejor hay que ir a votar y votar a ASAJA. Hay que participar día a día, y para ser fuertes y grades hace falta un buen resultado electoral”.
El encargado de la clausura fue Pedro Barato, presidente nacional de ASAJA, quien se refirió al Premio Espiga: “No se puede entender la historia de ASAJA sin Sánchez Brunete”. Indicó que el año agrícola “en Castilla y León ha sido catastrófico y para 2018 quiero ser positivo”. Al respecto, intuyó, “la apertura del mercado de Japón es y va a ser bueno. Hay que tener en cuenta la economía global y adaptarnos lo mejor posible a esta situación novedosa”.
Barato aludió a la nueva PAC: “Hay que tener en cuenta el presupuesto, no vender la piel del oso antes de tiempo, ni entrar en elucubraciones de reparto. Hay que tener en cuenta algunas de las incertidumbres financiera y político sociales como el brexit, la crisis de refugiados, el aumento presupuestario en defensa de algunos países…”.“La sequía es el principal problema ahora mismo en el campo, -continuó-. En estos últimos años se han construido muchas y grandes obras de infraestructura general, pero no se ha impulsado lo necesario las hidráulicas”.