No pueden faltar algunas reivindicaciones para empezar 2021 con fuerza y optimismo. Es imprescindible que haya precios justos para nuestras producciones, que acabe para siempre el incremento de exigencias administrativas y un apoyo decidido al sector cerealista y ganadero. Puestos a pedir -y repito lo del año pasado visto que no hacen ni caso- estaría bien que los Reyes Magos vinieran con regadío, para desarrollar nuevos y modernizar los pocos que hay, que las ayudas sean ágiles, con normas simples, coherentes y publicadas en su momento razonable, en cuantía suficiente y sin demora de los pagos, que por justicia nos corresponden. Y todo eso para que las administraciones demuestren, si es que es verdad, que consideran al colectivo agrario como estratégico, pero para bien, no sólo para extraerle siempre sus recursos, ningunearlo y colocarlo en posiciones de desventaja aunque ante los medios de comunicación digan que hacemos un gran trabajo por la sociedad y bla, bla, bla.

Ha pasado otro año a nuestras espaldas y ha sido más complicado de lo normal por todo lo que ha conllevado la pandemia. El sector ha seguido trabajando y ofreciendo alimentos, que se ha demostrado que es lo verdaderamente importante. Pero si queremos que esto siga siendo así, el campo también necesita como contrapartida al esfuerzo una estabilidad de rentas para los que nos dedicamos a trabajar en esto. No es ni más ni menos que un principio básico para la convivencia, para el desarrollo rural y para el futuro de los pueblos y de la provincia en general. Y lo demás está demostradísimo que son cantos al sol que se quedan en nada y lo único que generan es despilfarro, pérdida de tiempo vital y pueblos y personas sin futuro.

El año que estamos a punto de comenzar debe servir a la vez para dejar bien claro, como hicimos con las tractoradas, que queremos un futuro y que vamos a seguir batallando por lo que nos corresponde. Y hablando de batallas, este año hemos contado con el periodista y escritor Luis del Val como aliado, al llevar a sus artículos muchas de las preocupaciones y reivindicaciones del campo. Frente a eso, mucho ojito a la irracional y desproporcionada campaña publicitaria emprendida por el  Ministerio de Sanidad con el lema #ElAzúcarMata. Y porque los premios se cierran en noviembre si no a buen seguro incluiríamos en el Tizón al Ministerio de medio ambiente por sus ataques velados a la agricultura y ganadería, abriendo paradójicamente la veda al prohibir la caza en los parques nacionales y generando con ello el incremento masivo de cabaña de animales silvestres, los daños profesionales y el peligro en las carreteras para el resto de la sociedad. ASAJA, además de conceder el Tizón a esta iniciativa tan dañina para un sector productivo muy relevante, hace un llamamiento a los consumidores para que desoigan  los mensajes destinados a desechar el azúcar de la dieta y promueve un consumo equilibrado de este producto que tiene efectos beneficiosos para el organismo. Esta campaña de ‘demonización’ es la antítesis de las que años atrás se han venido promoviendo sin oposición desde el sector azucarero y que aconsejaban su consumo: “Azúcar, energía para parar un tren” o “Que no te amarguen la vida. Ponle azúcar”. Y es que muchos médicos han reconocido los efectos beneficiosos de la glucosa en el organismo y concretamente como nutriente importante para el cerebro. Hablan, eso sí, de consumo razonable y eso parece lógico y aplicable a todos los alimentos, que en la proporción adecuada son necesarios, pero que en exceso podrían resultar perjudiciales. Y ya que me refiero a alimentos, ASAJA Soria ha solicitado a los consumidores que apoyen al sector agroganadero provincial, y que pidan en sus puntos de distribución habituales productos autóctonos.

En esta ocasión, y además por las circunstancias tan complejas derivadas del covid-19, la campaña se refuerza con el mensaje ‘Otra forma de estar juntos’, para incidir en que si en muchos casos no se puede compartir mesa y mantel, como va a ocurrir sin ir más lejos al ser imposible celebrar la habitual comida de los socios en la Asamblea Navideña de ASAJA-Soria, al menos se compren, regalen, envíen y consuman productos de la provincia en todos los rincones de Soria e incluso por todo el mundo. En este punto quiero agradecer el eco que se ha hecho desde ASAJA nacional en redes sociales, con su presidente al frente, donde se ha entendido perfectamente que la intención es la de involucrar al mayor número posible de consumidores en la defensa del producto local, que reúne las mejores cualidades de calidad y sabor, además de ser una excelente oportunidad de apoyar al sector agrícola y ganadero y a la economía en su conjunto y que si esos productos son adquiridos en comercios locales y de proximidad se obtiene un doble beneficio, por una parte se genera riqueza, ingresos y se activa la economía y el consumo en la provincia y por otra parte nos garantizamos estar adquiriendo productos de máxima calidad.

CARMELO GÓMEZ SANZ

PRESIDENTE DE ASAJA SORIA