El vicepresidente de la fundación Intec y representante de la Unión Europea (UE) en el “World Business Angels Forum” (WBAF), Juan Francisco Delgado, ha presentado recientemente un informe que refleja que Estados Unidos lidera la inversión en las empresas emergentes o “start-ups” de la cadena agroalimentaria, aportando el 66 % del capital en 2019.

El año pasado, EE.UU. sumó 145 rondas de financiación con un récord de 1.800 millones de dólares (1.500 millones de euros), cifra que en una década ha ascendido a 7.400 millones de dólares (6.400 millones de euros).

Europa concentró inversiones por 488,6 millones de dólares (422 millones de euros) en 2019, de forma que el acumulado desde 2010 fue de 1.200 millones de dólares (unos 1.100 millones de euros).

En ese periodo, Europa ha aumentado su inversión en empresas de tecnología agroalimentaria en un 94 %, hasta colocarse en segundo lugar por delante de China.

América Latina subió en un 40 % la financiación, especialmente por el empuje de Argentina y Brasil, que desde 2010 han logrado capturar juntos 47 transacciones por valor de 144,3 millones de dólares (124,5 millones de euros).

Delgado ha señalado que en estos años han aparecido aceleradoras e incubadoras globales que “aportan más valor porque actúan a nivel mundial y logran conectar las iniciativas”.

Destacan las inversiones que contribuyen a “unir la industria de transformación y los cultivos”, como la robótica, aunque también sobresalen los proyectos dedicados a las ciencias de las plantas, la alimentación animal, la agricultura de precisión, las imágenes, los sensores y el equipamiento tecnológico.

Dentro de la cadena de valor, ganan fuerza las tecnologías que desarrollan las cadenas de suministro (con 2.428 millones de dólares de inversión), las proteínas alternativas a la carne (1.647 millones) y el comercio electrónico (1.542 millones), algo que se va a reforzar como consecuencia de la pandemia del coronavirus y los cambios de preferencias de los consumidores.

La agroalimentación, valor seguro para las inversiones

“La agroalimentación es un valor seguro para las inversiones y (en el primer semestre de 2020) éstas han aumentado por encima de otros sectores como el transporte o el turismo”, ha indicado Delgado.

En el mundo, hay 45 “unicornios” o empresas emergentes con una valoración de más de mil millones de dólares en el ámbito agroalimentario, de los que 9 están en Europa.

Además, muchas grandes corporaciones del sector están empezando a invertir cada vez más en “start-ups”, de forma que uno de cada tres euros invertidos en investigación y desarrollo se destinan a la compra de esas empresas, según el representante de Intec, quien ha instado a España a modificar su regulación al respecto.

Baybars Altuntas, presidente de WBAF, un organismo económico internacional afiliado al G20, ha presentado los resultados de una encuesta realizada en 81 países con recomendaciones políticas que favorecer la transformación empresarial, que pasan por mejorar la inclusión financiera y digital de la población, así como el acceso a la salud tras el impacto de la covid-19.

Lucha contra la despoblación 

El consejero delegado de la Empresa Nacional de Innovación (Enisa), José Bayón, ha indicado que entre 2009 y 2019 han financiado 242 proyectos agroalimentarios por valor de unos 50 millones de euros, una forma de “seguir apoyando la lucha contra la despoblación”, al estar muy repartidos por el territorio.

Mientras, el director ejecutivo de la entidad pública Red.es, David Cierco, ha subrayado los programas de medidas de apoyo que han puesto en marcha para la digitalización de empresas por 250 millones de euros, junto a otros dedicados a la internacionalización y la inteligencia artificial.

Fuente: EFEAGRO