En esta vigésima primera edición no habrá visita grupal, pero podrá comprobarse de forma individual la evolución de las variedades
La pandemia del coronavirus ha generado que después de dos décadas de visita grupal para una media de 300 agricultores de toda la provincia a las jornadas de los campos de ensayo -gestionados por los servicios técnicos de ASAJA Soria en Almazán, la actividad se tenga que realizar esta vez de forma individualizada.
Los profesionales del agro dispondrán, como siempre, de todos los resultados de la experimentación con siembras de diversos cultivos, entre los cuales se puede destacar este año el de 16 variedades de cebada de primavera y 16 de cebada de invierno. Además, podrán comprobar la evolución de dispares variedades de leguminosas como veza y yeros; así como de girasoles tolerantes a Tribenurón y linoleicos. Los servicios técnicos de ASAJA facilitarán los mapas y datos que los agricultores necesiten para aprovechar la visita a los campos de ensayo, además de resolver todas sus dudas sobre laboreo, dosis, fechas, tratamientos, etcétera.
La OPA no quiere dejar pasar por alto un aspecto que esta edición ha sido crucial: la contribución de los agricultores colaboradores en un año especialmente complejo por la irrupción del coronavirus.
Más allá de las dificultades de desarrollar en 2020 este laboratorio agrario al aire libre, la organización profesional agraria siempre ha sido consciente de la importancia de aportar soluciones a los nuevos retos de la agricultura de la provincia y no va a dejar de impulsar nuevos trabajos y estrategias para sucesivas ediciones. Los campos de ensayo están también pensados para mejorar la competitividad de las explotaciones. Hay previstas nuevas pruebas para 2021 con el fin de comprobar los resultados de las últimas incorporaciones en diversas variedades de cultivos y corroborar así sus resultados sobre la rentabilidad de la explotación.
´Pruebas rigurosas para la mejora de la calidad y de los niveles de producción’
El presidente de ASAJA-Soria, Carmelo Gómez, invita desde ya a empresas punteras del sector y a todos los agricultores a que se acerquen a Almazán para que entre todos se siga potenciando la investigación que, según él, es “hoy por hoy casi imprescindible porque sobre todo va en beneficio general de los que nos dedicamos a esto, al ser una constante para mejorar la calidad y los niveles de producción de nuestras explotaciones, que es de lo que vivimos y de los que hay otros muchos que también dependen”.
Gómez tiene claro que estas pruebas a pie de campo “cuentan con el rigor necesario. Estamos hablando de una iniciativa que ha pasado de los 20 años de existencia y eso será porque hay cosas que se están haciendo con independencia y seriedad y son de mucho interés”. El responsable de ASAJA-Soria también incide en que “una vez realizada la labor de sembrado controlado en parcelas, se mantiene una estricta vigilancia en la evolución de los cultivos con parámetros científicos muy rigurosos. El resultado puede ser comprobado por los agricultores, que ya saben que disponen aquí en fincas cercanas a la carretera de Morón de toda la información necesaria en cuanto al tipo de cereal, de laboreo y de tratamientos de protección más eficaces para sus cultivos habituales”.