La Confederación Hidrográfica del Duero, organismo autónomo adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha comenzado con dos semanas de antelación a las fechas habituales las Juntas de Explotación ordinarias de inicio de campaña. Un adelanto que viene motivado por el escenario de sequía en el que el Organismo viene trabajando las últimas semanas, junto a la atención a las demandas de los usuarios, preocupados por la situación existente y por las serias incertidumbres de cara al desarrollo de la campaña de riego 2022.
La primera Junta de Explotación, Pisuerga y Bajo Duero, tuvo lugar el 23 de febrero. El 2 de marzo será la de Órbigo y Tuerto, Esla-Valderaduey y Tera; el 3 de marzo, Tormes y Águeda; el 8 de marzo, Adaja; el 9 de marzo, Alto Duero y Riaza, y el 10 de marzo Carrión.
En estas Juntas de Explotación se analiza la situación de los embalses de cada sistema. En función de las reservas de agua existentes se determinarán las dotaciones de referencia, así como la propuesta de volúmenes mínimos de embalse a conservar al final de la campaña, que se elevará posteriormente a la Comisión de Desembalse.
Al igual que ocurriera en años anteriores, en aquellos sistemas cuyos embalses se encuentran en situaciones más comprometidas, dichas dotaciones podrán ser objeto de revisión durante la primavera, en función de la climatología.
Asimismo, y siguiendo con la línea habitual de las últimas campañas, siempre que se encuentre justificado, el Organismo tratará de flexibilizar el inicio de la campaña de riego antes de la fecha oficial del 1 de abril.
Reservas lejos de la media
En estos momentos, los embalses gestionados por la CHD se encuentran próximos al 63% de su capacidad total, con 1.808 hectómetros cúbicos de agua almacenados, lejos de los 2.381 hectómetros cúbicos que se almacenaban hace un año (83%), y casi cien hectómetros cúbicos por debajo de la media de los diez últimos años (1.911 hm3).
La situación en la cuenca del Duero es muy desigual, y es necesario discernir por sistemas de explotación: la mejor situación se encuentra en los embalses leoneses de Porma y Riaño, así como en Ávila (Castro de las Cogotas), embalses que se encuentran en niveles superiores a la media de los últimos diez años. En el otro extremo, se sitúan los embalses de la provincia de Palencia, donde el sistema Carrión sólo llega al 46,9% y el Pisuerga se sitúa al 37,6%, un valor crítico que supone la mitad que hace justo un año (121 hm3 frente a 243 hm3).
En este escenario, resulta fundamental un cambio de tendencia de la climatología en la primavera, para poder mejorar las expectativas de una campaña de riego que se encuentra lejos de estar garantizada en varios de los sistemas de la cuenca.