En épocas de crisis, inseguridad o caos muchos ciberdelincuentes tratan de aprovecharse para difundir y viralizar una gran variedad de bulos y fraudes con el objetivo de engañarnos para sacar algún provecho. El momento actual de confinamiento, y las numerosas horas que se dedican a internet, nos hacen especialmente vulnerables a estos delitos, que han crecido exponencialmente.
Para defendernos en esta selva, desde la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI) del Instituto Nacional de Ciberseguridad INCIBE, con sede en León, se ha elaborado una lista de buenas prácticas con las que combatir a los ciberdelincuentes y poner freno a sus estafas.
La falta de rigor que se emplea a la hora de compartir y publicar noticias y comentarios en la red, sumado al hecho de que los ciberdelincuentes siempre están al acecho de nuevas formas con las que engañarnos, convierten este escenario en un “caldo de cultivo” para los fraudes y engaños.
Veamos algunos ejemplos:
Bulos: supuestas noticias sobre temas de interés social o de actualidad para crear una alarma o atraer la atención del mayor número de usuarios posibles. Habitualmente, incluyen promociones, ofertas y descuentos, especialmente en época de rebajas o compras especiales (por ejemplo, ahora, con las mascarillas y productos desinfectantes). Suelen compartirse por redes sociales, correo electrónico o aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp, y su objetivo principal es la desinformación. También suelen incluir mitos sin fundamento, como aquel de que beber agua tibia prevenía la infección por Coronavirus.
Fraudes: una noticia falsa y un enlace malicioso son la combinación preferida de los ciberdelincuentes para sus fraudes. Ante una situación de inseguridad, como es una crisis sanitaria, los estafadores se aprovecharán de nuestra desinformación para infectar nuestros equipos, apelando a nuestra curiosidad o miedo, a través de un enlace malicioso.
¿Qué podemos hacer para detectarlos y prevenirlos?
Desde INCIBE, a través de la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI), queremos compartir una serie de buenas prácticas que podemos seguir para no caer en la trampa y cortar con los bulos. Son muy sencillas y solo requieren de algo de sentido común:
Buscar la fuente y contrastar. Una noticia real siempre va a estar debidamente redactada: se identificará su autor y tendrá fuentes en las que apoyarse para sustentar la idea. ¡Sin fuente, no compartas! Una buena práctica es comprobar la noticia a través de un buscador, como Google y contrastar con otras fuentes.
Mirar más allá del titular. Los titulares sensacionalistas o demasiado llamativos son un detalle que nos servirá para desenmascarar este tipo de contenidos falsos, faltos de rigor o fraudes.
Comprobar el formato. ¿Está bien redactado? ¿Las imágenes están bien colocadas o las fechas son de actualidad? Si estos detalles te hacen desconfiar, lo más probable es que se trate de una noticia falsa.
Aplicar el sentido común. Lo más importante de todo es aplicar el sentido común, ser neutro y no dejarse llevar por la temática ni por el contexto. ¿Es demasiado bueno para ser cierto o busca crear discordia?
Al final, se trata de poner un poco de nuestra parte y no ser simples receptores de información. Activar una mirada crítica y no dejarse llevar es fundamental para no acabar siendo víctimas de algunos de estos fraudes o engaños.
Por supuesto, cualquier duda nos la podéis trasladar llamando a través de la Línea de Ayuda en Ciberseguridad de INCIBE en el número gratuito y confidencial 017, disponible los 365 días del año en horario de 9:00 – 21:00.