Los agricultores perciben menos de la mitad del precio final que pagan los consumidores, mientras el producto se mantiene caro en los supermercados, habiendo sido una campaña buena en sus inicios.

Segovia, 11 de octubre de 2024 | ASAJA Segovia ha manifestado su profundo malestar ante la situación actual del mercado de la patata, un cultivo estratégico para la provincia. A pesar de que al inicio de la campaña los precios al agricultor fueron altos debido a la fuerte demanda y la escasez de producto, la situación ha cambiado drásticamente. En pleno auge de la campaña, cuando los ciclos más largos de cultivo están arrojando patatas de mayor calidad y tamaño óptimo, los precios que perciben los productores han caído de manera desproporcionada. Esta reducción en el precio pagado a los agricultores no se ha reflejado, sin embargo, en los supermercados, donde las patatas siguen siendo vendidas a precios considerablemente altos.

Actualmente, los agricultores están recibiendo entre 25 y 30 céntimos por kilo de patatas, mientras que los consumidores las están comprando a precios que oscilan entre 1,10 y 1,50 euros por kilo. Esta diferencia resulta inaceptable para ASAJA Segovia, que culpa directamente a los intermediaries e industrias de este desequilibrio. «No puede ser que el agricultor asuma todos los riesgos y reciba una fracción del precio, mientras los márgenes se inflan desmesuradamente en el tramo final de la cadena de comercialización», ha denunciado Guzmán Bayón, presidente de ASAJA Segovia.

ASAJA Segovia recuerda que la Ley de la Cadena Alimentaria prohíbe la venta a pérdidas y establece que los precios deben cubrir los costes de producción, que en el caso de la patata rondan los 10.000 euros por hectárea, a lo que habría que sumar el beneficio industrial. Sin embargo, los agricultores señalan que actualmente están recibiendo precios que no cubren sus gastos, lo que pone en riesgo la viabilidad de sus explotaciones.

Otro aspecto que ASAJA Segovia señala, es la falta de seriedad y transparencia en la calidad de la semilla de patata. No se puede permitir por parte de las Administraciones Públicas que se paguen dinerales por la semilla de patata y esta sea portadora de patógenos que afectan directamente a las producciones.

ASAJA exige una mayor transparencia en la cadena de valor de la patata y pide a los intermediarios que ajusten el precio pagado al productor de acuerdo con los altos costos de producción que enfrenta el sector. “No es aceptable que el precio final se triplique o cuadruplique entre el agricultor y el consumidor. Necesitamos que los precios reflejen el trabajo y el coste que hay detrás de cada kilo de patatas”, concluye Bayón.

La organización agraria también hace un llamamiento a las autoridades para que garanticen el cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria y establezcan mecanismos más estrictos para evitar estos abusos, que están afectando de manera crítica tanto a los agricultores como a los consumidores.