Vida rural

“Mi pueblo es pequeño, con campos y páramos secos. La mayoría de las veces que salgo a pasear no veo a nadie, es una tierra árida y con pocos. He nacido aquí, es mi pueblo y me gusta”. Así

Sara disfruta al máximo de su profesión “desde que me pongo las botas y piso el campo se me pasan las horas y no me doy cuenta”, aunque si tiene que elegir su momento preferido es sin duda la vendimia.

Empezó en el campo con 14 años, y hasta hace poco nunca le había fallado la confianza en el futuro de su profesión Ahora,...

Hasta los 18 años, Mari Jose no había visto en su vida un tractor de cerca. Pero se echó novio agricultor, dejó atrás el lugar donde creció, el País Vasco, y se asentó junto a su marido en Urdiales del Páramo (León). Toda su agricultura es de regadío, y combina cereal, maíz y remolacha.

Marisol es rural cien por cien, y está muy orgullosa de ser de pueblo y de ser hija de agricultor.

Para Matías, el campo ha sido una vocación durante más de tres décadas de su vida y él solo se ocupa de todas sus parcelas, que ocupan más de 300 hectáreas, la gran mayoría de cereal, pero desde hace dos años ha apostado por la colza como cultivo de rotación.

Para Josué el campo no era un “plan B”, una alternativa después de desechar otras. “Se puede decir que soy un agricultor vocacional, la decisión de quedarme llegó sola, porque lo he vivido desde niño y siempre me ha gustado”, comenta.

Este joven burgalés, nacido en Los Balbases, considera que queda bastante por hacer para mejorar la imagen que la sociedad tiene del profesional del campo, “que sigue siendo mala, desconocen la realidad de nuestro trabajo y se creen que no hacemos más que recibir ayudas por no hacer nada, como el chocolate del loro”.

Para Emilio, la ganadería es una “forma de vida” más que un trabajo. “Si no te gusta no te metas”, recomienda a los jóvenes que quieren instalarse en el sector.

Lleva toda su vida dedicándose a nuestro sector, al campo, nunca quiso abandonar la práctica agrícola de su familia.

La casa rural Duquesa de la Conquista está situada en el corazón de Castilla, en la comarca de La Moraña, provincia de Ávila. Perteneció a la Duquesa de la Conquista, quien fuera Dama de Honor de la reina María Cristina y madrina de bautismo de Alfonso XIII.

Arturo vive en su pueblo natal, Itero el Castillo, la última población burgalesa del Camino de Santiago, en el límite con Palencia. Junto a su hermano pequeño, lleva una granja de vacuno de leche.