Vida rural

En casa siempre hubo agricultura, así que no era difícil que Eduardo se incorporara al sector. El principal inconveniente, que comparte con el resto de los profesionales, es la difícil tarea de buscar la rentabilidad.

Ha vivido entre terneros desde pequeño, en Villarramiel, donde su padre, veterinario, ha estado siempre al frente de la explotación de vacuno de carne de la que ahora se encarga junto a su hermano.

A 25 kilómetros de Salamanca capital se encuentra Vecinos, un pueblo de menos de 300 habitantes, rodeado de un mar de encinas, casa de las mejores ganaderías de lidia de la provincia. El hostal, con capacidad para 18 personas, cuenta con habitaciones dobles y sencillas, con baño individual, TV, secador y zona wifi.

Hace más de tres años que decidió dedicarse a lo que más le gusta: el campo, la agricultura y la ganadería.

Javier Pozo tiene su explotación donde nació, Villarrín del Páramo, un pueblo pequeño lindante a Santa María del Páramo.

Eduardo vive en Quintanilla de las Viñas, un pueblo pequeño burgalés, en el que trabaja una explotación agrícola de secano.

Jesús Ángel vive en su pueblo, Fuentes de Lopera, un núcleo zamorano de quinientos y pico vecinos.

Jacinto Cacho es un agricultor al que desde siempre ha interesado el mundo del campo.

Fernando está en esa edad en la que uno tiene que tirar para adelante como sea, por muy mal que vengan dadas.

Lleva toda su vida dedicándose a nuestro sector, al campo, nunca quiso abandonar la práctica agrícola de su familia.

José Mª se ha instalado como agricultor a sus 27 años en Pedraza, una pequeña localidad de Campos (Palencia) donde proseguirá la tradición agrícola de su familia.

Hace seis años Tere tomó el relevo en la explotación de sus padres, en Santa Marina del Rey, en el corazón de la provincia leonesa. "Desde siempre me había gustado el campo, en especial las vacas, y tenía claro que no podíamos echar el cierre de una granja en la que tanto hn trabajado mis padres", dice.