Nuestra gente

Lo suyo con los tractores era “exagerado, ya de pequeño era un fanático de la maquinaria, y lo sigo siendo”. En cuanto pudo, con 16 años, se puso a trabajar en el campo, y hoy, con 35, es ya un joven veterano de la agricultura.

Félix tiene su explotación en Puras, el pueblo en el que nació hace 43 años. Tiene agricultura, parte en secano y parte en regadío, y aunque mantiene cultivos que ya tuviera su padre, como el trigo, la cebada, la patata o la remolacha, a lo largo de los años ha ido introduciendo pequeñas modificaciones para intentar compensar posibles pérdidas y beneficios.

Lleva veinticinco años en el campo, desde los 18, en la explotación heredada de su familia. “Hasta los bisabuelos que conozco por parte de...

Manuel ha recuperado el viñedo que en tiempos tuvieran sus abuelos, y ha apostado también por el mínimo laboreo en secano.

“El futuro son las tierras propias, porque con estos precios, no se pueden pagar rentas”. Así lo dice David, un joven salmantino de 28 años que ha estado desde niño unido a la agricultura.

A sus 21 años, Óliver Correas es uno de los jóvenes que acaba de incorporarse a la profesión, después de haber seguido el curso correspondiente en ASAJA. Tenía muy claro que quería dedicarse al campo, aunque su padre, también agricultor, le aconsejó estudiar “otra cosa”.

Tras vacunar frente a la lengua azul, en julio de 2006, ha visto con impotencia cómo la cabaña que comparte con su hermano, en Tenebrón, un pequeño pueblo de la comarca de Ciudad Rodrigo, ha quedado mermada en su totalidad.

La modernización del regadío en el Páramo Bajo tiene mucho que ver con que este leonés de 37 años sea hoy agricultor. Higinio Sevilla, nacido y vecino de Villamañán, tiene muy claro que el regadío genera riqueza y empleo

"Hay que afrontar lo que va viniendo; trabajando con todos los sentidos avanzas, aunque sea muy despacio”

Mucho ha cambiado la explotación que Javier heredó de sus padres hasta convertirse en la que hoy gestiona. En buena parte gracias a su esfuerzo, y en otra, gracias a la modernización del regadío del Páramo leonés.

Con la que está cayendo, que un chico de 25 años apueste por el ovino de leche puede parecer una temeridad. Pero este abulense no es ningún pardillo, sabe muy bien dónde se ha metido.

Ha vivido entre terneros desde pequeño, en Villarramiel, donde su padre, veterinario, ha estado siempre al frente de la explotación de vacuno de carne de la que ahora se encarga junto a su hermano.