Los profesionales pretenden conciliar la sanidad animal en campañas de tuberculosis bovina y la competitividad
El frente ganadero vuelve a reunirse para expresar la situación por la que atraviesan los profesionales en cuanto a tuberculosis bovina. Estos representantes están formados por profesionales del campo, entre asociaciones, colectivos y organizaciones agrarias circunscritas a la provincia salmantina, Castilla y León y, algunas de ellas, de índole nacional.
El objetivo de la vuelta a la unión pasa por el intercambio de opiniones y la aportación de sugerencias a fin de expresar posibles medidas en beneficio de la sanidad, las explotaciones y del desarrollo de la actividad ganadera, principalmente en relación con la tuberculosis bovina.
En este foro, “somos conscientes del buen trabajo que se viene desarrollado en la lucha contra enfermedades como la tuberculosis bovina tanto por parte de las administraciones públicas, Consejería de Agricultura en su departamento de Producción y Sanidad Animal, como por parte de los ganaderos”, apuntó el presidente de ASAJA Salamanca, Juan Luis Delgado, este lunes 8 de abril en rueda de prensa.
“Prueba del esfuerzo, podemos congratularnos de unos datos de prevalencia en la cabaña ganadera de Castilla y León como con los que se ha cerrado el año 2018 con 1’43% de explotaciones positivas”. Valoramos muy positivamente la puesta en marcha del protocolo de flexibilidad que pondrán en marcha en las provincias con una prevalencia inferior al 1%”.
Sin embargo, con todos estos datos favorables, desde el sector, entendemos que hay medidas que se podrían implementar con el mismo fin, para seguir mejorando la sanidad de nuestra cabaña ganadera y reduciendo la presión a las explotaciones. “Nos preocupa la complejidad de la enfermedad y de las pruebas diagnósticas y la prevalencia emplazada principalmente en Ávila y Salamanca, dos provincias con mayor censo, representando éstas el 62% de la cabaña total.
Desde el sector se aprecia que la progresión es más lenta que en el resto debido al gran número de ejemplares como en el caso de la provincia salmantina. Cabe que señalar que “no se pretende realizar una crítica total al sistema, sino determinadas aportaciones para seguir trabajando en pro de la mejora. Por tanto, se alude al desconocimiento de los protocolos de diagnóstico y tras la aparición de animales que reaccionan a las pruebas, que genera incertidumbre y malestar entre los profesionales. Se pide, además, una mayor flexibilidad de movimientos a cebaderos ya que éstos son recintos cerrados, con el único destino posible el matadero.
También, se propone una disminución en la presión sobre la relación de explotaciones. Y, teniendo en cuenta lo poco específicas que son las pruebas, asumir los diagnósticos no cultivados en explotaciones históricas T3H, como simples suspensiones temporales y nunca a cebaderos.
Cabe recordar que el fin de esta unión de organizaciones es canalizar el sentir del sector, al igual que trasladar al conjunto de las fuerzas políticas, nuestro punto de vista evitando también que se oferten propuestas desde el desconocimiento del sector.