La bioseguridad en las granjas porcinas se ha posicionado como un factor de enorme relevancia a la hora de garantizar un buen estatus sanitario de los animales, repercutiendo en su nivel de bienestar y rentabilidad económica.
Esto no es de extrañar, ya que la entrada y propagación de patógenos en una granja porcina supone un incremento sustancial en los costos de producción, menor ganancia de peso y perdida de calidad del producto, lo que supone una reducción de las ganancias obtenidas por cerdo producido.
Numerosos estudios de análisis de riesgos de granjas porcinas han señalado los cadáveres como un importante foco de propagación de patógenos.
Por ello, la tendencia de los productores del sector es buscar un sistema de gestión de cadáveres ‘in situ’ que elimine la necesidad de contar con un servicio de recogida y, así, reducir y evitar el gran riesgo de la circulación de camiones cargados de cadáveres procedentes de otras granjas.
La incineración ‘in situ’ se es está imponiendo como medida de bioseguridad en las granjas porcinas al tratarse de un sistema sencillo de usar, con autonomía para la granja, siendo un sistema limpio, 100 % libre de olores y humos visibles.
Repsol GLP trabaja con todos los fabricantes y distribuidores, realizando instalaciones por todo el territorio nacional. Repsol GLP y sus colaboradores ayudan a los tramites administrativos, realiza y asesora en un estudio previo analizando la operatividad de la granja, para encajar el producto que mas conviene para optimizar la incineración.
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