Según el último informe de seguimiento del Plan Especial de Sequía de la cuenca del Duero, correspondiente al mes de septiembre, siete sistemas de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) se encuentran en situación de sequía prolongada.
Los sistemas Tormes, Tera, Órbigo, Esla, Carrión, Pisuerga y Arlanza han reducido significativamente el caudal de los ríos debido a la falta de precipitaciones en los últimos meses. La situación se conoce habitualmente como ‘sequía meteorológica’ con independencia de los usos y demandas de agua existentes, actualmente garantizados.
Ante esta coyuntura, la CHD mantiene una vigilancia estrecha de los caudales en las masas de agua e insta a los usuarios a una gestión sostenible de este recurso natural. Asimismo, recuerda la importancia de seguir de cerca los informes mensuales de sequía publicados en la web del organismo, en especial en un momento en que se está planificando la próxima campaña agrícola.
Esta situación de sequía prolongada, que afecta principalmente a la zona norte de la cuenca junto al sistema Tormes, es compatible con una situación general de normalidad en la demarcación en cuanto a las reservas, con excepción del sistema Carrión en el que coinciden una situación de sequía y de bajas reservas de agua.
En cuanto al sistema Tormes de la provincia de Salamanca, el pantano de Santa Teresa acumula 247 hectómetros cúbicos; o lo que es lo mismo, un 49’79 % de su volumen total.
En estos momentos, los embalses de la cuenca gestionados por la CHD se encuentran al 39’6 % de su capacidad total, con un volumen de agua almacenada de 1.139’1 hm3. Unos valores que suponen tres puntos porcentuales más que la media de los últimos diez años y seis menos que hace doce meses.