El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha puesto en valor el papel que jugará el sector agroalimentario en la recuperación económica en España, avalado por su capacidad de abastecer y mantener la fluidez de los mercados interior y exterior.

Ha recordado que, en un escenario mediatizado por la crisis sanitaria durante este último año, el sector ha demostrado un comportamiento ejemplar, tanto a la hora de abastecer de alimentos a la población como en las exportaciones.

De hecho, en un año tan difícil como el 2020, ha generado 55.746 millones de euros en exportaciones, que suponen un incremento del 3’9 % respecto al año anterior, con un saldo positivo de 18.076 millones de euros, un 28 % más que en 2019.

Es una prueba de que el sector ha respondido de manera positiva ante una situación muy compleja y difícil. Por tanto, ahora que afrontamos el escenario de la recuperación, el sector agroalimentario va a jugar un papel protagonista en la reactivación económica del país por su carácter estratégico y esencial, así como por su capacidad para generar actividad en el mundo rural.

El ministro Planas ha indicado que este papel de palanca tractora en la recuperación económica va a coincidir, además, con una transformación profunda del sector, ya que en línea con los objetivos de sostenibilidad a nivel europeo y mundial, el objetivo es aumentar la productividad con menos recursos.

Ha remarcado que contamos con las condiciones y la experiencia para que el sistema agroalimentario siga creciendo al mismo ritmo que en estas dos últimas décadas y siga siendo el máximo impulsor de la creación de empleo y riqueza en las zonas rurales.

El sector contará con herramientas para seguir en la vanguardia

Es importante que el conjunto del sistema alimentario se posicione en la vanguardia a la hora de satisfacer las demandas sociales y medioambientales globales para continuar ocupando posiciones de liderazgo en la suficiencia alimentaria de Europa y en las exportaciones internacionales, según Planas.

La transición hacia un sector agroalimentario sostenible requiere de un enfoque colectivo y un importante ejercicio de coordinación y colaboración con los diferentes eslabones de la cadena alimentaria: productores, agentes del sector privado, organizaciones no gubernamentales, interlocutores sociales, mundo académico, y ciudadanía y consumidores, así como con el resto de administraciones.

Luis Planas ha insistido en que afrontamos una década decisiva de transición hacia un modelo agroalimentario del siglo XXI y que vamos a contar con financiación y con instrumentos para abordarla con garantías. En este orden de cosas, ha recordado que los tres ejes de esa profunda evolución implican la a transformación hacia sistemas productivos sostenibles y de economía circular; la innovación y digitalización de los procesos; y la vertebración del territorio mediante el relevo generacional en el medio rural.