ASAJA apoyará la manifestación y tractorada “blanca”, sin banderas, logotipos, ni siglas, que recorrerá el próximo viernes 15 de marzo las calles de Valladolid, convocada inicialmente por UCCL. La organización profesional agraria se suma así al resto del sector con el ánimo de contribuir a fortalecer la unidad y para que las reivindicaciones de los agricultores y ganaderos se escuchen con fuerza.
En este momento crítico, tras varias semanas de movilizaciones en las que ASAJA ha salido a la calle junto al resto de organizaciones en prácticamente todas las provincias españolas, además de en Madrid, y en Bruselas junto al Copa-Cogeca, los agricultores y ganaderos exigirán soluciones ante las puertas de la Delegación del Gobierno y de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, “puesto que todas las administraciones, regional, nacional y europea, tienen competencias y por tanto son responsables de la situación que el campo está padeciendo”.
En la manifestación del viernes se entregará tanto en la Delegación del Gobierno como en la Consejería una Tabla reivindicativa que recogerá las principales peticiones del sector. La baja rentabilidad es un tema acuciante, agravado por la entrada masiva de cereal ucranio sin aranceles, y también por las enfermedades que están golpeando al sector ganadero. Otro punto esencial es lograr un vuelco total en las Política Agraria Común, para frenar su excesiva burocratización y sesgos ideológicos que están impidiendo la producción de alimentos en Europa. También es fundamental que haya una revisión de las medidas que se toman desde el Ministerio de Medio Ambiente siempre en contra el sector agrario y ganadero, desde la gestión de los recursos hídricos hasta el control de la fauna salvaje.
Hasta el momento, solo el Ministerio ha ofrecido una serie de cambios en la PAC que, aun siendo significativos, todavía no están confirmados y además no son suficientes para garantizar la simplificación y mucho menos el futuro de los agricultores y ganaderos, por lo que ASAJA espera que tanto el departamento de Luis Planas, como el del consejero Gerardo Dueñas, y por supuesto la Comisión Europea, sean conscientes de la gravedad del momento y se comprometan de verdad con el sector, más allá de buenas palabras.