ASAJA Salamanca solicita que se implante un protocolo similar al de los ataques de lobo y se establezca indemnizaciones al ganadero
Una bandada de buitres atacó a una vaca que acababa de parir en la noche del miércoles, 5, al jueves, 6 de abril, en una parcela del término municipal de Ledesma. El ganadero y dueño de la explotación, Alberto Bajo Ruano, al acudir en la mañana de ayer a la finca presenció cómo los animales seguían apoltronados sobre el cadáver de la vaca que pocas horas antes había parido a un becerro.
Los buitres acabaron con las partes blandas de la res como la placenta, que aún estaba unida a la vaca además del resto de las tripas, los ojos, la lengua y los cuartos traseros. El ternero “sorprendentemente” salvó su vida “pues se hallaba a casi 50 metros” del suceso, según el ganadero. El resto de ejemplares de la cabaña se encontraba alterado, disperso y corriendo a un kilómetro, aproximadamente, de la vaca. Un agente medioambiental se trasladó ayer por el lugar de los hechos para registrar la notificación. Y, además, el servicio de recogida de cadáveres pasará en las próximas horas para retirar el cuerpo.
La organización agraria ASAJA Salamanca solicita que se implante un protocolo similar al del lobo para que la Junta de Castilla y León se haga cargo de certificaciones, recogidas e indemnizaciones a los profesionales que sufran ataque de buitres puesto que son muy habituales. Y que se vigile de cerca a estas aves que han cambiado sus costumbres alimenticias (de carroñeros a depredadores) que se han cebado, últimamente, en la zona ledesmina y Arribes con el ganado vivo por falta de alimento; por lo que habría que potenciar los muladares de su hábitat natural. Hasta ahora el ganadero está atado de pies y manos y nada puede hacer salvo presentar una reclamación a la Junta por vía patrimonial.