Mayo-junio 2020 | DICEN EN MI PUEBLO: “Todo el día matando tontos y cada vez hay más”. Y parece coincidir con los últimos acontecimientos o movimientos políticos de los diferentes gobiernos, tanto nacional como europeo.
Por empezar por uno: el europeo. ‘Con la que está cayendo’ en términos de salud, laboral y desplome económico, siguen en la línea del Pacto verde. Están empeñados en que salvemos nosotros solitos al planeta. No contemplan ni a Rusia, ni China, ni Estados Unidos… ninguno más, solo Europa. Pretenden conseguir que se reduzcan los gases de efecto invernadero, acabar con la contaminación, equilibrar el uso de nitrógenos y reforestar todo el territorio europeo.
Los compromisos a los que los grupos de presión (lobbies, en inglés) de ‘ecologetas’ nos quieren encaminar en la Unión Europea es a: trasformar el 25 % a cultivos ecológicos, reducir un 20 % el uso de fertilizantes, reducir un 25 % el uso de fitosanitarios, reducción drástica de antibióticos, etc.
Está claro que hay que tener un control de todos los productos que se aplican en la agricultura, pero también está claro que en Europa ya somos los más estrictos en la aplicación de todos éstos; los que más limitaciones tenemos en uso del suelo, de transgénicos, antibióticos, nitrógenos…
Con estas nuevas trabas, es cierto que conseguirán que, en Europa, se reduzcan estos usos pero, también, la producción de alimentos, la generación de trabajo, la posibilidad de competir con otros mercados en beneficio de terceros países… Conseguiremos ser totalmente dependiente de otros Estados en los productos más básicos e imprescindibles. Estaremos a merced de otros que seguirán contaminando el planeta. Hay que recordar que el resto de países también están en teste planeta, un planeta que solo quieren salvar los europeos.
En cuanto al Gobierno nacional, o más concretamente a las actuaciones y declaraciones de la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, acusa al sector agrario de esclavizar a los trabajadores. En mi opinión, estas declaraciones dicen mucho del conocimiento que tiene de nuestro sector, que es más bien poco.
Tenemos una legislación laboral nacional, en la que se regulan todos los aspectos y condiciones del puesto de trabajo. Se firman convenios del sector en cada provincia, en muchos casos se cotiza más a la Seguridad Social por los trabajadores que por nosotros mismos. Disfrutan de descansos; de hecho, en la actualidad contamos con un registro del control horario. En definitiva, flaco favor nos hacen estos políticos al sector y a la imagen de nuestro país con estas declaraciones públicas.
A tenor de esto, algún diario extranjero ha animado a no consumir productos españoles porque explotamos a los trabajadores. Lo mínimo que debería haber hecho la ministra era disculparse y corregirlo públicamente, pero no, ha hecho justo lo contrario; ha incrementado las inspecciones de trabajo a explotaciones agrarias. Y lo hacen como si fuéramos verdaderos delincuentes; vienen escoltados por la Guardia Civil, con interrogatorios, como estuviéramos en ‘la república bananera’.
“Si seguimos en la línea de complicar al que genera trabajo y subsidiar al resto, muchos se cambiarán de bando”
También nos hemos enterado de que se pretende derogar la reforma laboral. Estoy seguro de que habrá cosas que se puedan mejorar pero, con todas estas acciones, no me parece lógico poner más trabas a la posibilidad de crear puestos de trabajo.
No lo tengo nada claro de cómo acabaremos porque, también, se acaba de aprobar el sueldo vital mínimo; cosa que entiendo, por una parte, ya que se tiene que proteger a las personas vulnerables. Pero, por otra parte, solo debería ser temporal y excepcional. Si seguimos en esta línea de complicar la vida al que genera trabajo y subsidiar al resto, muchos se van a cambiar de bando.