En estos días el gobierno nos ha dado una grata noticia: sustituirá a quien ha sido la culpable del mayor deterioro
del sector agrario en nuestro país, la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera.


La ministra, en cuestión, ha perjudicado más a nuestro sector que ninguno de sus compañeros, que también se lo han currado.
Garzón, con sus chorradas, diciéndonos cuánto y qué tenemos que comer, o que en nuestras granjas se maltratan los animales,
Yolanda Díaz, con sus acusaciones de esclavizar a los trabajadores, o el propio presidente, animando a reducir el consumo de carne.


Teresa Ribera es la responsable de la nula gestión y aprovechamiento del agua. Desde la dirección de las confederaciones
hidrográficas, donde, sobre todo en Castilla y León, nos impide seguir incrementando en regadíos, a la vez que desperdiciamos el
agua dulce vertiendo a los océanos, sin recrecer o construir pantanos y sin darnos la opción de aumentar en superficies regables con
la consecuencia de afianzar más población en las zonas rurales (que también se supone que es competencia suya), lo llamado “reto
demográfico”, yo creo que ésta buena mujer lo ha entendido al revés. Al parecer, su objetivo y reto es acabar con la población rural.


La ministra es la que ha cambiado el estatus del lobo, impidiendo su control para conseguir un equilibrio entre su
conservación y el desarrollo de la actividad ganadera, y lo ha hecho sin consenso, en contra de las comunidades
autónomas e incluso, en contra de Europa. Otra vez impidiendo desarrollar actividad en el mundo rural.


Ribera, es la mayor defensora de la Ley de restauración de la naturaleza, Ley paralizada, pero que, de ser aprobada, impediría el
desarrollo de cualquier actividad en el 40% del territorio nacional, casualidad también, todas esas superficies son de la España rural.
Esta señora es la que ha puesto fecha de eliminación de los motores de combustión con combustibles fósiles, sin tener
ninguna alternativa energética, (salvo que se cuente como alternativa el sembrar los campos de placas solares), para fomentar
el coche eléctrico, pero del tractor no sabemos nada. Nuevamente se le olvidó de los medios de producción del mundo rural.


Teresa, es el filtro que ha tenido que pasar el plan estratégico de las políticas agrarias de Europa -PAC-, haciendo prevalecer
la ideología medioambiental extrema imponiendo unas normas mas estrictas y restrictivas en el cumplimiento para el
desarrollo de la actividad agraria, pasando por encima del ministerio de agricultura, que sólo esté para lo que le deja la ministra.


Cuando comento la decisión de sustituir a la ministra, lo entendemos como una buena noticia, pero lo cierto
es que esta decisión esconde otra muy mala, que se va de cabeza de lista del partido a las elecciones europeas.


Conclusión: después de las continuas movilizaciones nos esperamos un cambio de rumbo en las políticas agrarias europeas, estos
posicionan a la más radical de las ideologías medioambientales, como si no hubiésemos tenido bastante con el comisario Frans
Timmermans. No estoy opinando de partidos políticos, sino, de las políticas de los partidos, y las de este en materia agraria, que no
son ni mucho menos las que a mí me gustarían.