Octubre 2021 |NO ES JUSTO que el día que se iniciaba el otoño, el 22 de septiembre de 2021, entre en vigor una de las medidas más lesivas para la España vacilada, arruinada, ninguneada o vaciada, entro en vigor la estricta protección del lobo en toda España. Esto que en principio puede parecer un problema lejano, resulta ser todo lo contrario, cuanto menos en provincias como Salamanca, justo al lado del punto donde más lobos hay de Europa. Esos lobos ya no serán gestionados, como hasta ahora, para evitar su desmedida proliferación. Esos lobos se reproducirán sin ningún depredador natural que los controle y colonizarán otras tierras. Tierras donde se mantiene la mayor cabaña bovina de Europa, de manera natural y que conserva así uno de los ecosistemas mejor preservados en el tiempo: la dehesa salmantina. Y, por qué no decirlo; según estudios recientes, estos entornos y esta actividad tiene una huella de carbono negativa, nada que ver con lo que nos intentan vender determinados individuos que dirigen este país.
La inclusión del lobo en el listado Lespre, donde se incorporan las especies amenazadas y necesitadas de una protección especial para garantizar su conservación, no tiene justificación alguna con este cánido. Con el sistema actual de control, la población ha seguido aumentando, en el año 1992 había en toda España 400 lobos; en el último censo del año 2014, se cifra casi en 2.500; es decir, en 22 años, se ha multiplicado por seis. Además, esta inclusión se ha hecho en contra de la mitad de las comunidades autónomas, en contra de todos los colectivos del mundo rural, en contra de las organizaciones agrarias… Lo han hecho en contra del sentido común y en contra de los más de 4.000 animales domésticos que cada año mueren a manos de estos depredadores,. Esta medida responde a un criterio ideológico y sectario de la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, sólo con el objeto de contentar a los grupos de presión (lobbies) ‘ecolojetas’ de sofá y su propio ego.
Desde mi punto de vista, la señora Ribera tendría que ser declarada persona non grata en el 80 % del territorio nacional, en la España rural, en la España que debería de proteger ese Ministerio ‘del Reto Demográfico’. Nada más lejos de la realidad, desoye al medio rural y sólo toma medidas que complacen a colectivos urbanitas. Y, con estas mimbres, o nos plantamos, nos levantamos del sillón, retomamos las calles para echar a nuestros verdugos, o, de lo contrario, ya sabemos cómo terminará este cuento: aquí, el lobo sí se comerá a todas las abuelitas.