Nos encontramos a comienzos de septiembre, un momento significativo para el sector agrario, ya que se inicia el nuevo año agrícola mientras cerramos el anterior. Este proceso coincide con nuestra participación en la feria agrícola más importante del sur de Europa, Salamaq.
Al concluir el año agrícola, con la mayoría de los cultivos de invierno ya cosechados, es el momento de evaluar nuestras producciones y los precios de venta alcanzados. Ahora podemos determinar si el esfuerzo y dedicación han valido la pena o si, como en años anteriores,
hemos trabajado a pérdida. Aunque este año no se ha caracterizado por producciones extraordinarias, estas se han situado por encima de la media, lo que nos brinda una cantidad aceptable. Sin embargo, el problema radica en los precios, que, a diferencia de los productos que compramos, cada año son más bajos. Nuestro cereal ha alcanzado mínimos históricos, por lo que, aun con una producción aceptable, no podemos calificar esta campaña como buena. Una vez más, cuando la climatología nos favorece, es el mercado el que nos falla.


En este contexto, dependemos de las ayudas de la PAC para obtener algún beneficio. Sin embargo, estas subvenciones están rodeadas de un entramado complejo de exigencias que, en muchos casos, resultan absurdas y difíciles de cumplir. Desarrollar ciertas prácticas para recibir estas compensaciones a menudo es más costoso que la propia subvención que obtenemos por hectárea.


Este año, también celebraremos una nueva edición de Salamaq, una feria de referencia que demuestra la gran profesionalidad del sector agrario en nuestro país, destacando especialmente la mejora genética de nuestros ganados. Aunque muchas de estas razas son originarias de otros países, nuestros productores han logrado superarlas en calidad y rendimiento.


La feria, patrocinada y promovida con gran acierto por la Diputación de Salamanca, debe su éxito a la profesionalidad del sector. Los que asistimos, tanto como visitantes como expositores, no somos simplemente feriantes; somos la base de la economía nacional, el origen de los alimentos, y los que mantenemos viva la España rural. Somos trabajadores orgullosos de nuestra labor, pese a las constantes justificaciones que se nos exigen para demostrar nuestro papel esencial en la creación de alimentos para la sociedad.


Una vez más, ASAJA estará presente en esta magnífica feria para recibir a nuestros socios en nuestro stand, ubicado en el mismo lugar de los últimos años. Los animo a visitarnos para intercambiar opiniones, recoger demandas o quejas, y compartir un refresco o simplemente un saludo con nuestro personal técnico de confianza y los responsables directivos. Con toda certeza, estaré allí para recibirlos personalmente.