ASAJA Salamanca ha podido comprobar, tras el contacto estrecho con sus asociados, que agricultores y ganaderos ya comienzan a sufrir la falta de lluvias. Éste es un momento crucial por los que las plantaciones en los campos ya requieren del agua necesaria para completar su ciclo vegetativo y poder acabar con éxito la campaña de recogida del producto.
Además, el malestar entre los ganaderos es cada vez más creciente ya que sin el agua necesaria los animales no podrían aprovechar pastos y deberían buscar otros recursos para llenar las cisternas, lo que provocaría gastos adicionales en un sector que a duras penas consigue hacer rentable sus explotaciones.
Por este motivo, la entidad salmantina baraja la posibilidad de solicitar a las administraciones medidas extraordinarias para apoyar a los profesionales del campo.
Y es que las escasas gotas caídas apenas han saciado la sed del campo. De hecho, según fuentes de la Agencia de Meteorología Estatal, el mes de enero de 2022 ha sido el mes más seco que se recuerda desde hace 29 años; es decir, desde 1993. Y con los datos ofrecidos por la CHD, las cuencas de la región se sitúan al 62’64 %, unas cifras de agua embalsada “bastante alejadas” de las del año pasado por estas fechas.
Enero de 2022: el mes más seco desde 1993 y las reservas de agua muy alejadas de las del año pasado