Supone un incremento del 22% respecto a 2020 y el peor primer semestre de año del último lustro
Las nevadas de la borrasca Filomena –acompañadas de fuerte viento y un acusado descenso de las temperaturas–, nuevas heladas en marzo y abril y las tormentas de lluvia y pedrisco de las últimas semanas dejan 930.000 hectáreas siniestradas.
El comportamiento meteorológico del primer semestre de 2021, marcado por numerosos fenómenos de grave incidencia, ha provocado que las indemnizaciones previstas por los siniestros ocurridos entre enero y junio se eleven hasta los 461,25 millones de euros, lo que supone un 22% más que en el mismo periodo del año anterior. La superficie siniestrada total se sitúa en las 930.611 hectáreas, un 76% más que en 2020.
Ver Infografía – Indemnizaciones del primer semestre de 2021
Un semestre muy complicado: nieve, viento, helada, lluvia y pedrisco
Los primeros seis meses de 2021 han estado marcados por fenómenos muy adversos para el campo. En enero, la borrasca Filomena provocó abundantes precipitaciones de nieve, fuertes rachas de viento y, posteriormente, un descenso muy acusado de temperaturas, que llegaron a alcanzar los -20 ºC en zonas del interior y -6 ºC en puntos del litoral mediterráneo. Esta situación produjo un solapamiento de los riesgos sobre un mismo cultivo (nieve, viento y helada), en especial sobre variedades de cítricos y hortalizas al aire libre de producción invernal, así como en producciones que se cultivan bajo cubierta y los invernaderos que las protegen.
Asimismo, la nieve acumulada en los árboles originó roturas de ramas de olivar y las temperaturas extremas afectaron a la madera estructural y a las yemas de invierno. Fuertes rachas de viento causaron daños en la producción de plátano y varias explotaciones ganaderas sufrieron daños en las instalaciones y pérdida de animales.
En marzo, la entrada de una masa de aire frío el día 19 provocó un fuerte desplome de las temperaturas nocturnas en buena parte de España. Incidió severamente sobre la fruta de hueso y en variedades adelantadas de pepita que se encontraban en pleno período de floración y cuajado en la mayoría de las áreas de producción. Además, produjo daños en almendro y cultivos hortícolas como alcachofa, espárrago, guisante y patata. Las heladas regresaron a mediados de abril, incidiendo en buena parte del viñedo en todo el país, al haberse iniciado ya su ciclo vegetativo anual.
A partir de mayo, reiteradas tormentas acompañadas de pedrisco provocaron graves siniestros en cultivos herbáceos y frutales de varias zonas de España, en producciones de cereza de la Comunidad Valenciana y Extremadura, en hortalizas –principalmente ajo de Castilla-La Mancha y tomate de Extremadura– y en viñedos de Castilla y León, La Rioja y País Vasco.
En conjunto, los fruticultores asegurados registran indemnizaciones de más de 135 millones de euros (un 20% más que en 2020) y los productores de hortalizas superan los 56 millones, una cifra ligeramente superior al año anterior. En el caso de la uva de vino y los cítricos, los daños alcanzan los 53 millones en cada uno, un 169% y 109% más que en el mismo periodo del año pasado.
Por ámbito, destacan los daños producidos en todo el centro, levante y sur peninsular. En concreto, los productores asegurados de Castilla-La Mancha superan en el primer semestre, con más de 97 millones de euros, las indemnizaciones registradas en todo el año 2020. Además, Región de Murcia, Aragón, Castilla y León, Cataluña, Andalucía, Comunidad Valenciana, Extremadura, La Rioja, Navarra y Galicia también registran altos niveles de indemnizaciones, superiores, en la mayor parte de los casos, a las abonadas durante el primer semestre del pasado año.