Ha matado a 13 ovejas, ha dejado otras 13 heridas y 6 desaparecidas. ASAJA insta a la Junta a pedir las autorizaciones del 2016 para abatir ya otro lobo en Arribes

 

 El lobo ha masacrado esta noche un rebaño en la localidad salmantina de Bogajo, donde ha matado a 13 ovejas, ha dejado heridas a otras 13 de las que muchas se morirán en las próximas horas y han desaparecido otras 6 ovejas, que presumiblemente también estén muertas. El ganadero, que ya ha denunciado el ataque a la patrulla de Medio Ambiente, se ha encontrado hoy un panorama terrorífico cuando ha llegado al cercado donde tenía encerradas las ovejas. El reguero de cadáveres y ovejas heridas era sobrecogedor.

   Ante los reiterados ataques que se están produciendo, ASAJA Salamanca solicita a la Junta de Castilla y León que pida de manera urgente una nueva autorización para abatir a un lobo en la comarca de Arribes y el Abadengo ante los numerosos ataques que están sufriendo los ganaderos. El aumento en la frecuencia en el número de ataques, la intensidad de los mismos y las zonas en las que se están produciendo confirman que en Arribes hay muchos más lobos de lo que dice la estadística oficial.

   Si el año pasado fueron certificados por la propia Junta de Castilla y León más de 400 animales como ataque de lobo, en apenas 15 días del 2016 ya se superan los 30 animales muertos por culpa del lobo. Además, en lo que llevamos de 2016 se ha incrementado la intensidad de los ataques y también se ha ampliado el territorio en el que se están produciendo, llegando incluso a matar en la zona de Villarino. Ante lo alarmante de estas cifras, ASAJA Salamanca considera que hay motivos más que suficientes para solicitar a Europa de manera urgente una nueva autorización para matar al lobo en Arribes puesto que el ganadero, que es quien da vida al mundo rural, debe estar siempre más protegido que cualquier animal.

   Por otra parte, ASAJA Salamanca reitera a la Junta de Castilla y León la necesidad de acortar los plazos de las indemnizaciones que debe recibir el ganadero por sus pérdidas. Así mismo, también debe valorarse y pagarse el lucro cesante que genera un ataque de lobo, que en ocasiones es incluso más cuantioso que el propio ataque por los gastos que conllevan los animales heridos, los abortos que produce, la retirada del celo en los animales, etc…