Mayo 2022 |ES CONSTANTE el empeño de una parte de la sociedad morder la mano del que le da de comer. Todo porque mantenemos con fondos públicos a un colectivo de alérgicos al trabajo, que se denominan ‘los salvadores del planeta’, al fin de seguir viviendo de lo absurdo, pero lo peor es que la sociedad europea, la más desarrollada del planeta, va y se lo cree. En mi opinión, configurada en estas líneas, insisto en una crítica hacia los que se posicionan como los verdugos del sector ganadero, que son los de siempre, los más listos, esos que no veremos dando palo al agua, pero sí detrás de una pancarta, escondidos tras falsos perfiles de Twitter, haciendo una vigilia en la puerta de un matadero o en los repartos de fondos públicos. ¡Sí, esos! Los ‘ecologetas’.
La Comisión Europea —que también es de esta cuerda— acaba de admitir a trámite una iniciativa popular que propone eliminar todas las ayudas de la PAC al sector ganadero: ‘End The Slaughter Age’ —en español: ‘El fin a la era de la matanza’—. Y lo hacen justo ahora, en un momento en el que en ámbito mundial está quedando claro el problema de desabastecimiento en muchos productos de alimentación, cuando más que nunca hay una demanda de proteína, cuando está demostrado que la dependencia de otros países está haciendo que la población europea sufra el mayor empobrecimiento en muchos años. No me canso de preguntarme a qué clase de ineptos tenemos al frente de Europa. Pero, claro, si todos hacen lo que en España, que dejamos todo en manos de los más mentirosos, a merced de terroristas o a decisión de independentistas… es normal que todas las iniciativas europeas parezcan ideadas por nuestros enemigos. Recientemente, hemos visto cómo se han corregido las obligaciones de no cultivar ciertos porcentajes del terreno de las explotaciones, impuestas por la condicionalidad de la PAC, por la necesidad de producir ante la falta de cereales, por esa dependencia de otros países, cuando se podría ser autosuficiente en muchos productos. ¡Pero no! Sigamos el juego a los del sofá, que produzcan otros…
Tal y como dice el refrán: “De aquellos polvos, estos lodos”, si fomentamos que otros produzcan y arruinamos a los productores internos nos volverá a pasar, depender de terceros países tanto en alimentación como en energía como productos sanitarios de primera necesidad. Esta vez han corregido, vista la necesidad, pero lo más grave es que dicen que es “un cambio temporal”, que hay que seguir con la agenda 2030 (De la granja a la mesa) y siguen insistiendo en no perder la senda de las políticas estrictamente medioambientalistas, pese a que más pronto que tarde los europeos nos comeremos la mierda que le sobre a China, Sudáfrica, Marruecos, etc. Esto ocurre por seguir el juego a esa chusma que no aporta nada a la sociedad.
¡Que no se equivoquen! Proteger el planeta es cuidar los campos, plantar árboles, reproducir especies en peligro, prevenir incendios, labrar las llanuras y con estas acciones evitar incendios y dar de comer a nuestros ciudadanos. Las organizaciones agrarias llevamos tiempo pidiendo que se nos reconozca como entidades colaboradoras de la administración, por la constante labor en defensa de las producciones agrarias y los agricultores. No se nos concede tal reconocimiento, pero en cambio, el ministerio de Transición Ecológica sí tiene esa distinción con Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra España, WWF o SEO/BirdLife. Son estas prestigiosas marcas las que les asesoran, en base a estudios como el presentado hace pocos meses por el que se embolsaron las cuatro firmas 1.043.347 euros, con estos honorarios es normal que estén contando chorradas desde que se levantan hasta que se acuestan.