Ante la situación acontecida en la finca de Castro Enríquez, propiedad de la Diputación de Salamanca, y el creencia generalizada entre los ganaderos de Salamanca de que este año están saliendo más casos positivos de tuberculosis en la provincia, ASAJA Salamanca, insta a la Junta de Castilla y León, y al Ministerio de Agricultura, Medio Ambiente y Alimentación, a que fomenten las investigaciones para encontrar un método más fiable a la hora de detectar esta enfermedad en la cabaña ganadera.
La finca de la Diputación de Salamanca, una de explotaciones de la provincia con mayor patrimonio genético, está considerada como un “positivo histórico” en Tuberculosis tras 17 años luchando sin éxito contra esta enfermedad. Por ese motivo, ASAJA Salamanca considera que es la explotación ganadera que mejor ilustra la urgente necesidad de buscar una alternativa científica para detectar el origen de la enfermedad, puesto que hasta ahora, tanto la prueba de contacto como la aplicación de la detección de gamma-interferón, han demostrado no ser tan eficaces como era de desear por los profesionales del campo.
Por otra parte, y a falta de resultados oficiales, los ganaderos de Salamanca han percibido un aumento de los casos positivos por esta enfermedad durante la actual campaña de saneamiento, que en muchos casos son achacados a la subjetividad de los veterinarios que realizan la prueba.
ASAJA Salamanca considera que la lucha contra esta enfermedad es un campo ideal para que el Ministerio de Agricultura haga realidad lo anunciado reiteradamente por el propio ministro Miguel Arias Cañete, de destinar los fondos económicos destinados a investigación a temas que realmente preocupan al sector.
Al margen de otras consideraciones, como la influencia de la fauna salvaje en la propagación de esta enfermedad, ASAJA Salamanca considera que encontrar un método fiable para diagnosticar la Tuberculosis, evitando los falsos positivos o eliminando interpretaciones subjetivas en la medición del reactivo, es una necesidad urgente para los ganaderos, y debe convertirse en una prioridad para el Ministerio y los investigadores.