Es surrealista que la provincia más ganadera de España desconozca el porcentaje de hectáreas de pastos que se quedarán sin ayudas a la hora de tramitar la PAC
ASAJA Salamanca lamenta que se pretenda reducir las ayudas de la PAC a la ganadería utilizando el Coeficiente de Admisibilidad de Pastos –CAP- como excusa. Esta Organización Agraria considera surrealista que la provincia más ganadera de España desconozca el porcentaje de hectáreas de pastos que se quedarán sin ayudas en la PAC por la aplicación del CAP, y denuncia que los ganaderos salmantinos están siendo ninguneados frente a los de otras provincias que ya conocen como les afecta. Todo indica que el Ministerio no facilitará a los ganaderos salmantinos el dato del CAP hasta después de tramitar la solicitud de las ayudas. Una situación que está generando gran incertidumbre entre los profesionales del sector.
La situación no es nueva, puesto que la ganadería fue la gran olvidada en los inicios de la Reforma de la PAC por el Ministerio de Agricultura. Meses después se intentó corregir ese error a través de las ayudas asociadas. Pero el tiempo ha demostrado que no era un error del Ministerio, sino un olvido intencionado por parte de la Administración Central, que utilizando el CAP pretende dejar al ganadero en la misma situación que al inicio de la Reforma.
La brutal aplicación del CAP que están sufriendo otras provincias con características similares a Salamanca es la constatación del fracaso que han tenido todos los gobiernos españoles en Europa, donde han sido incapaces de explicar y defender las peculiaridades medioambientales que tiene un ecosistema único como es la Dehesa. La exclusión de las ayudas de la PAC de miles de hectáreas donde pastan habitualmente vacas y ovejas, aprovechando los recursos naturales y fomentando la biodiversidad, es una demostración de la sumisión de nuestros gobernantes ante Europa, donde prevalecen los sistemas de producción intensivos. Por su singularidad, la Dehesa es el mejor ejemplo de la “política y economía verde” que persigue la Unión Europea. Castigarla excluyéndola de las ayudas es un contrasentido.
ASAJA Salamanca considera que el anunciado incremento de un 10% de superficie elegible con el que se pretende premiar a la Dehesa en Castilla y León, puede quedarse en una operación de maquillaje político. Si finalmente el Ministerio mantiene sus planes actuales, su valor podría ser nulo, si como ha ocurrido en otras provincias, se eliminan más del 40% de las hectáreas de pasto declaradas y admitidas en años anteriores.
El daño económico que esa medida puede tener para una provincia como Salamanca –con la mayor cabaña de vacuno extensivo de España y gran número de explotaciones de ovino- se traducirá en varios millones de euros perdidos, con la consiguiente disminución de recursos económicos entre los ganaderos de la provincia. Además, las zonas que se verán más afectadas son precisamente las más deprimidas de Salamanca.
ASAJA Salamanca exige a la Junta de Castilla y León que defienda como se merece la Dehesa en el Plan de Calidad que debe elaborar y que considere como “prácticas tradicionales” el pastoreo de estas zonas, para que el ganadero salmantino no se vea tan afectado. Además, pide que se tomen medidas preventivas para las ayudas Agroambientales, cuyo plazo para solicitarlas concluyó el pasado día 19 de marzo, puesto que muchos ganaderos no cumplirán los requisitos exigidos tras la aplicación del CAP.