LOS DATOS RECOGIDOS DESDE LA SEDE DE LA CASA DEL CAMPO EN SALAMANCA REFLEJAN QUE LA PLUVIOMETRIA DEL MES QUE TERMINA ES CASI EL TRIPLE QUE LA MEDIA DE LOS ÚLTIMOS CATORCE AÑOS, DATADA EN 41,79 LITROS POR METRO CUADRADO
Está claro que nunca llueve a gusto de todos. Pero lo que sí que está claro es que el mes de marzo de 2013 pasará a la historia agro – ganadera de nuestra provincia por ser, sin lugar a dudas, el más lluvioso de los últimos 14 años, tal y como reflejan los datos recogidos desde la sede de la Casa del Campo en Salamanca. Así, el pluviómetro de la organización agraria ha recogido a los largo del mes que termina 115 litros por metro cuadrado, frente a los 10,50 de 2012; los 40,40 de 2011, los 68,50 de 2010 o los 6,50 de 2009, por indicar solamente algunos datos.
Para encontrar datos parecidos a estos y, por tanto significativos, tenemos que remontarnos doce años atrás, concretamente a marzo de 2001, cuando, se recogieron, 100.50 litro por metro cuadrado. Desde que se recogen datos (año 2000) y hasta la fecha, la media de la lluvia caída en los meses de marzo de cada año es de 41,79 litros por metro cuadrado.
Agrícolamente hablando, el exceso de agua en las tierras por las incesantes lluvias está provocando un serio perjuicio para la agricultura en general. Para los cultivos de secano, el agua caída está produciendo que la raíz de los mismos comience a empocharse y que los abonos se erosionen. La cebada y el trigo serán dos de los cultivos más perjudicados por la proliferación de diversas enfermedades causadas por el exceso de humedad en los terrenos agrícolas. Para la agricultura de regadío, la situación es aún peor, ya que las lluvias están produciendo un doble efecto nocivo. Por un lado, hay que tener en cuenta que aún no se ha podido acabar de recoger de las tierras algunos cultivos como el maíz o la remolacha y por otro lado, que este exceso de agua, está entorpeciendo de manera grave las perspectivas de siembra – concretamente para la patata, el maíz o la remolacha- lo que provocará un descenso en la producción y el hecho de que determinados cultivos queden fuera de la siembra.
La cara “menos mala” de las incesantes precipitaciones, lo pone esta vez el sector ganadero que considera la abundancia de agua en el campo como un “perjuicio temporal” por la incomodidad de trabajar “con las tierras anegadas” y el hecho de no encontrar ya “un sitio seco en el que echar de comer a los animales o un lugar seco en el que éstos puedan pernoctar”, aunque, y siendo el sector menos perjudicado de todos, tienen la esperanza de que los pastos de los próximos meses puedan llegar a ser buenos si la climatología les sonríe (temperaturas suaves y sin heladas).
Todo parece indicar que esta semana seguirá lloviendo y por tanto las labores del campo continuarán, por el momento, “estancadas”.
*VER FICHERO ADJUNTO CON LA PLUVIOMETRIA RECOGIA EN MARZO (2000-2013)