La OPA califica de “travesía por el desierto” para el campo las cuentas regionales de los últimos cinco años
Tras el verano comienzan a perfilarse las disponibilidades financieras que la Junta otorgará a las distintas consejerías, y en pocos días Hacienda ya contará con el primer borrador del presupuesto para 2015. Es por tanto ahora el momento que elige ASAJA de Castilla y León para solicitar al Gobierno autonómico que el sector agrario y ganadero recupere el apoyo perdido en estos años de crisis, un apoyo especialmente importante de cara a 2015, primer año de aplicación de la nueva Política Agrícola Común y del nuevo Programa de Desarrollo Rural.
ASAJA advierte que el nuevo marco “exige un mayor compromiso y financiación por parte de las comunidades autónomas, por lo que de no contarse con las partidas precisas se corre el serio riesgo de tener que renunciar a fondos europeos, dejando de invertir los agricultores y ganaderos en la modernización de sus explotaciones”. Es fundamental, pues, que la Junta calibre al milímetro estas aportaciones para garantizar el crecimiento que este tipo de programas genera para la economía del sector primario y de la región en su conjunto.
Aunque es cierto que, en esta prolongada y dura crisis, el sector agrario y ganadero ha ido resistiendo con más fortuna que otros los envites, ASAJA advierte que “sería un error que nuestros políticos confiaran en que puede seguir a su suerte y sin apoyos, porque va agotando sus recursos. No se trata solo de ayudas directas, sino de otras medidas de contexto que permiten allanar el camino a los agricultores y ganaderos, propiciando el crecimiento de su actividad”, subraya ASAJA. Solo por mencionar una de estas medidas, la organización profesional agraria menciona las líneas de apoyo al seguro agrario, esenciales para el sector, y que fueron socavadas en los últimos años sin más argumento –puesto que ningún gestor político ha podido criticar ni negar su absoluta necesidad– que los recortes presupuestarios.
ASAJA pide a la Junta que en 2015 acabe la “travesía por el desierto” que ha soportado el sector agrícola y ganadero en los presupuestos regionales, incluso desde antes de que se aplicaran a otros departamentos. Concretamente fue en otoño de 2009 cuando la OPA convocó ante las Cortes la protesta del “billetazo”, con la que ya se barruntaban los recortes que llegarían en 2010 y que se agudizarían en 2011, 2012, 2013 y 2014, año en el que las transferencias de capital (el capítulo de inversiones de la Consejería que realmente se dedica a inversiones en el sector) han sido un 53,49% inferiores a las de cinco años atrás, pasando de los 520.879.418 euros de 2009 a los 242.281.334 de este año 2014.