Donaciano Dujo, representando a la mayoría de los remolacheros, rubricó hoy un acuerdo que consolidará a Castilla y León como la gran zona productora de remolacha y de azúcar de España
La organización agraria ASAJA de Castilla y León valora muy positivamente la firma del nuevo Acuerdo Marco Interprofesional Remolachero Azucarero que se ha llevado a cabo hoy en Madrid, en el que han intervenido Azucarera Iberia y las organizaciones profesionales ASAJA- Confederación Remolachera y la Alianza UPA-COAG. El acuerdo es fruto del consenso al que se ha llegado después de meses de trabajo entre el sector productor e industrial, que además de negociar las relaciones comerciales contractuales, ha negociado con las administraciones las ayudas públicas al sector enmarcadas en la nueva PAC: una ayuda a la calidad y otra ayuda a través del Programa de Desarrollo Rural.
Aunque en el nuevo AMI no figura el precio de la remolacha -por cuestiones de índole legal-, la voluntad de las partes es condicionar el acuerdo a que el productor perciba un precio de garantía de 31,5 euros por tonelada, un suplemento de remolacha sostenible de 2 euros por tonelada para la más próxima a las fábricas y de 0,5 euros por tonelada para la más alejada, así como una pequeña prima vinculada cada campaña al mercado del azúcar. De esta forma, la mayoría de los productores percibirán al menos 33 euros por tonelada de remolacha facturada, que sumadas las ayudas, sitúan el valor del producto en 42 euros por tonelada.
Estos importes, los máximos que se han podido conseguir en la negociación en un contexto de excedentes de azúcar y precios bajos en toda Europa y el resto del mundo, convierten de nuevo a la remolacha en una alternativa real en la agricultura de regadío, tanto regadíos modernizados como riegos privados, y muy en particular en las zonas productoras próximas o relativamente próximas a las fábricas azucareras. ASAJA de Castilla y León espera y desea que con este marco de estabilidad de cinco años el sector aumente de forma considerable su superficie de cultivo, lo que será bueno para el propio sector, pero también para las muchas empresas que prestan bienes o servicios al sector remolachero, y para el empleo que se genera en las plantas de molturación. Ha de ser un objetivo de las partes producir en España, si la rentabilidad lo permite, la totalidad del azúcar que se consume, algo que será posible dentro de dos años cuando desaparezcan las cuotas de producción, y un hecho que de producirse tendrá como protagonista al campo de Castilla y León.