ASAJA considera que una vez más el campo y sus protagonistas, los agricultores y ganaderos, son los grandes olvidados en las decisiones políticas que se toman en nuestro país, y que los habitantes del medio rural siguen siendo, para los políticos, ciudadanos de segunda categoría.
El “Acuerdo para un gobierno reformista y de progreso”, firmado entre el PSOE y Ciudadanos para afrontar el debate de investidura de la próxima semana, no cita tan siquiera una vez al sector agrícola o ganadero, y el término “rural” se menciona tan solo en una ocasión a la hora de definir las políticas para personas con discapacidad.
En el texto, de 66 páginas, hay un continuo olvido de las políticas agrarias. En materia de política hidráulica, no se hacen menciones específicas a la agricultura, el sector que utiliza la mayor parte de este importante recurso, y tampoco se dice nada de la defensa de nuestro sector primario respecto a la Unión Europea o respecto a los acuerdos de libre comercio con terceros países. En definitiva, ASAJA considera que una vez más el campo y sus protagonistas, los agricultores y ganaderos, son los grandes olvidados en las decisiones políticas que se toman en nuestro país, y que los habitantes del medio rural siguen siendo, para los políticos, ciudadanos de segunda categoría.
Dos de las leyes que menciona el texto tienen clara repercusión en el sector agroganadero: por un lado, la Ley Marco de Bienestar Animal, que si bien está pensada para regular espectáculos taurinos y festejos populares en los que intervienen animales, tendrá otras materias relacionadas con los animales de abasto; y por otro lado la Ley de Expropiación Forzosa que también anuncian, de interés para el sector, ya que la mayoría de la superficie que se expropia en nuestro país es terreno rústico de uso agroganadero.
Tímidamente se menciona la necesidad de introducir la competencia en mercados como el de la energía, algo que el sector agrario valora positivamente, ya que muchos de los insumos del campo, como los fertilizantes, se comercializan en un régimen de oligopolio que eleva los precios. ASAJA intuye del documento que hay una voluntad inequívoca de suprimir el sistema de módulos fiscales (“reforma del sistema de módulos vinculándolos menos al tipo o sector de actividad”), algo que para la agricultura y ganadería sería muy negativo, pues ASAJA siempre ha defendido los módulos fiscales del sector agrario en su actual configuración.
Ciertas propuestas relacionadas con la Seguridad Social pueden ser de interés para los autónomos del campo, sobre todo tarifas planas para los que se incorporaran al sistema o para los jóvenes. No obstante, ASAJA aboga por la vigencia de los acuerdos con gobiernos anteriores y por la permanencia de un Sistema Especial de Trabajadores Agrarios dentro del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos.