Medio millar de profesionales del campo de todas las provincias de Castilla y León han protestado frente a las puertas de la Delegación del Gobierno, en Valladolid por la situación de ruina que soporta el sector cerealista. Convocados en unidad de acción por las organizaciones agrarias ASAJA y la Alianza UPA-COAG, han desplegado una pancarta en la que se leía “Costes, importaciones y especulación arruinan nuestra producción”, lema que resume tres de los principales problemas que están descapitalizando a los agricultores y que suponen una amenaza cierta para la continuidad de un sector en una comunidad autónoma reconocida históricamente como “el granero de España”.

Durante la concentración, que comenzó a las 12 de la mañana, se han derramado varios sacos de trigo, para subrayar “el sinsentido de que hoy un saco de abono valga más que lo que nos pagan por tres de trigo”, ha denunciado el presidente de ASAJA de Castilla y León, Donaciano Dujo.

Son ya varias campañas consecutivas de números rojos para el sector cerealista, bien a causa de bajas cosechas por la sequía, bien por los disparados costes de producción, por el hundimiento de los precios o por la combinación de varias de ellas. Esta situación continuada de pérdidas está repercutiendo ya en un descenso de las siembras, que seguirá ampliándose esta campaña si los agricultores no reciben signos claros de que el cereal tiene futuro. Así, la superficie de siembra histórica en Castilla y León alcanzaba los 2.000.000 de hectáreas, y hoy apenas llegan a 1.600.000 hectáreas, una tendencia que no frenará si los responsables políticos no se implican y apoyan al sector.

“El precio cereal hace dos años fue de 360 euros, ahora apenas 200. Menos de 280 euros es inasumible: mientras que antes de la guerra en Ucrania los costes de producción eran de 500 euros/ha, y ahora superan los 700/ha” ha denunciado Donaciano Dujo. El presidente de ASAJA ha cifrado en cerca de 500 millones de euros los que los agricultores de Castilla y León han dejado de percibir “por culpa de esa pinza con la que nos están estrangulando, altos costes de producción y precios del cereal hundidos. ¿Dónde se aplica la Ley de la Cadena Alimentaria? Porque en el cereal seguro que no”, se ha preguntado.

Para ASAJA, “alguien se está beneficiando y enriqueciendo con todo esto, y no son los agricultores, ni los ganaderos, que siguen pagando el pienso a precios muy altos, en los que para nada se ha repercutido la bajada del cereal”. Ante estos abusos, Donaciano Dujo pide a los responsables políticos que actúen, pidan explicaciones y presionen para frenar esta caída libre de un sector cerealista que ha sido el orgullo de esta tierra, y que ahora no levanta cabeza”.

También fundamental es que el Gobierno español pida en Bruselas que se frenen las importaciones de grano ucranio sin arancel ni ningún tipo de los controles que se exigen para las producciones europeas. “No todo vale, ni en tiempos de guerra, no se puede sacrificar al campo español. Y si no, que España dé un paso adelante, como ha hecho Polonia, y compense la pérdida que están soportando los agricultores por los efectos indeseados de estos acuerdos”.

Todos estos puntos, junto a otras reivindicaciones, se recogen en una Tabla Reivindicativa conjunta (que se adjunta), que las organizaciones agrarias convocantes han depositado hoy en el Registro de la Delegación del Gobierno.

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