El azucarillo se lo damos a las familias ganaderas de vacuno en extensivo, por aguantar estoicamente unas condiciones en sanidad animal que está arruinando al sector y por demostrar, una vez más, que son capaces de perder un día de trabajo, con lo que ello implica con el ganado, para asistir a las manifestaciones que se han dado en la capital salmantina, respondiendo a la llamada de ASAJA y a la Plataforma de Ganaderos Unidos.
Ánimo, valientes.
La galleta va a parar al consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Gerardo Dueñas, por no ponerse manos a la obra y atender a las peticiones de los ganaderos de vacuno ante el sufrimiento al que se ven sometidos por las campañas en la penosa gestión en sanidad que lo único que hace es matar cientos de reses para cumplir con una norma injusta y sin sentido.
Hay que ponerse las pilas, consejero.