La organización advierte que los cánidos siguen siendo un problema y le tiende a mano a la Junta para presionar al Ministerio de Transición
1 de febrero de 2023 | ASAJA Salamanca ha alertado este miércoles, 1 de febrero, que el lobo ha vuelto a atacar por la zona de Topas, perteneciente a la comarca de la Armuña. El suceso ha tenido lugar la noche del 26 al 27 de enero en la Finca Ízcala, donde los cánidos se han saldado con la muerte de un ternero que había nacido el día anterior. Por este motivo, la organización agraria más representativa en Salamanca, ASAJA, insiste una vez más en que “el lobo sigue siendo un grave problema para la ganadería de la provincia” y le tiende la mano a la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León, para reincidir en la presión y lucha hacia el Ministerio de Transición Ecológica, responsable del estatus actual del lobo.
ASAJA Salamanca, promotora del contador de ataques de fauna salvaje, ha lamentado que “sean los ganaderos los que tienen que ‘alimentar’ al lobo a base de perder efectivos en su cabaña ganadera y, aunque aún existan compensaciones por la muerte de las reses, son insuficientes y no cubre todo el desembolso, tanto económico como de esfuerzo, que ha tenido que hacer el profesional del campo para sacar adelante unas vacas que tengan terneros”. “El trabajo de todos los años anteriores no sirve de nada si después te matan al ternero”, aseveran desde la OPA.
De hecho, la vaca que ha perdido al ternero “va a estar un año sin producir”, según asegura el ganadero afectado, que estima las pérdidas de tan solo del becerro en 800 euros, si fuera una venta al destete. Ángel Jesús Turrión, el ganadero, llamó a los agentes medioambientales que se personificaron en la finca y, tras la autopsia y debidas comprobaciones, decretaron que “efectivamente, se trataba de la acción de los lobos”. Además, según vecinos de la zona, se ha visto al cánido merodeando por los alrededores y “no hace mucho” atacaron parcelas cercanas. Y ésta misma finca (Ízcala) ya ha sufrido los estragos del lobo en años anteriores.