La organización agraria ASAJA de Salamanca ha registrado en esta campaña de la PAC 104 solicitudes únicas más que en 2021; por lo que alcanza las 1.755. Esto demuestra el interés y la confianza de los agricultores y ganaderos en la entidad líder en la provincia salmantina, teniendo en cuenta que el total de PAC registradas ha disminuido con respecto al año anterior.
Este 2022 la provincia ha dejado 8.654 PAC tramitadas, mientras que en 2021 se registraron 8.849 PAC; o lo que es lo mismo, 195 solicitudes menos. Sin embargo, ASAJA Salamanca ha pasado de 1.651 a 1.755, batiendo así su récord. Estas solicitudes únicas incluyen tanto las ayudas directas como las medidas de desarrollo rural, que se conceden por superficie o por cabeza de ganado.
En Castilla y León, las PAC realizadas han alcanzado la cifra de 67.709; mientras que en 2021, se presentaron 69.296. En el cómputo general, ASAJA Castilla y León también está de enhorabuena al sumar 340 solicitudes más que el año pasado; en total, la organización agraria ha registrado 14.262 PAC.
Según los datos del FEGA y en cuanto a la superficie declarada en la comunidad, el secano aglutina los 2.854.110 de hectáreas; mientras que el regadío asciende a los 586.112 has.
En el conjunto español; los agricultores y ganaderos españoles han presentado un total de 648.691 solicitudes únicas de ayudas de la Política Agraria Común (PAC), para el año 2022, una vez finalizado el plazo para presentarlas. Las ayudas directas suponen el pago de 4.856 millones de euros, que comenzarán a abonarse a partir del próximo 16 de octubre.
Este año, las solicitudes de ayuda afectan a 22.250.998 hectáreas en España. En este ámbito, destaca el importante aumento en la declaración de cultivos de oleaginosas, principalmente girasol y colza, que este año asciende a 1.024.543 hectáreas, lo que supone un incremento de casi el 40 % respecto al año 2021.
Este incremento está motivado, en parte, por las medidas tomadas por la Comisión Europea, y aplicadas por España, para paliar las dificultades derivadas de la guerra en Ucrania. En concreto, se ha autorizado que las tierras en barbecho, utilizadas habitualmente como superficie de interés ecológico para poder optar a la ayuda al pago verde, se puedan sembrar con los cultivos de mayor interés comercial para los agricultores.
Así, el importante incremento de las cotizaciones de girasol y la colza en los mercados internacionales, debido a la crisis en Ucrania, ha sido un factor determinante en las decisiones tomadas por los agricultores.