El histórico expresidente y vocal de la Lonja Agropecuaria en la mesa de cereales por ASAJA Salamanca, Juan del Pozo, pone punto y final a sus días como agricultor activo
Verónica González Arroyo | El agricultor Juan del Pozo no necesita presentaciones. Es archiconocido, ya sea por su papel en la Lonja de Salamanca en los últimos años o por haber sido el primer presidente que tuvo ASAJA en esta provincia, incluso cuando ni se llamaba así la organización. Juan del Pozo formó ASAJA y sentó las bases de una OPA como la que tenemos hoy: reivindicativa, conocedora del sector y de los trámites que se hacen en ella. A él le debemos el máximo respeto y una excelsa gratitud por todo lo conseguido. Se va uno de los grandes, pero no muy lejos, le seguimos teniendo en Cabezabellosa de la Calzada.
Pregunta: Llegó el día de jubilarse…
Respuesta: Ya era hora. Es un proceso, yo tenía una explotación familiar que ha sido el trabajo de muchos años y, de alguna manera, no tenía resuelto el futuro. Se ha dado la circunstancia de que uno de mis hijos ha tenido la oferta de dejar el trabajo y valoró el hecho de hacerse cargo de la explotación. Esto sucedió en el mes de agosto de 2021, donde planteamos la nueva campaña y yo, posteriormente, he pasado a jubilado total.
P.: ¿Qué balance hace de todos estos años?
R.: El balance, para mí, es muy positivo. Tengo la satisfacción de haber sacado adelante una explotación, una familia, y haber colaborado, en ámbito provincial y nacional, en el movimiento agrario, que para mí es fundamental.
P.: Ha sido uno de los presidentes más reivindicativos al frente de ASAJA Salamanca. 16 años guerreando; 5 años, en la Cámara Agraria; 7, como vocal productor en la mesa de cereales de la Lonja Agropecuaria de la Diputación en esta provincia. Reconocido en ámbito nacional por el Ministerio de Agricultura… ¿Qué logro destacaría?
R.: Ser reivindicativo en aquellos tiempos era la única posibilidad. La administración no concedía al sector la importancia que tenía y lo primero era la manifestación. Sin manifestación no había mesas ni negociación. Y ésta era la primera condición de un sindicalista. Efectivamente, hemos hecho muchas manifestaciones y hemos conseguido muchas cosas, quizás no las suficientes, pero lo conseguido es porque lo hemos luchado.
Debemos hacer más uso de la organización, porque para cualquier problema ASAJA siempre tiene la solución
P.: ¿Y qué destacaría de ASAJA Salamanca?
R.: El primer motivo de orgullo para mí fue conseguir la unificación y posterior nombramiento como ASAJA, que en su momento presidí. Y, a partir de ahí, ganar las elecciones a Cámara Agraria. Además estamos teniendo buena sintonía con el resto de organizaciones y eso lo demuestran las últimas manifestaciones que se han hecho. ASAJA ha evolucionado a mejor y es la más importante en esta provincia. ASAJA es el modelo, con un cuadro técnico extraordinario y ha ido creciendo a pesar de que el censo agrario cada vez es menor, con lo difícil que es en este momento. Y deberíamos hacer mucho más uso de ASAJA, porque para cualquier problema que tengas, ASAJA siempre tiene la solución.
P.: ¿Algo que se le quedara en el tintero, alguna espinita clavada?
R.: Haber perdido la Cámara Agraria Provincial como institución. Su funcionamiento está resuelto de otras maneras, pero perder el patrimonio es una mala noticia para el sector ya que ese patrimonio era nuestro.
P.: ¿Cómo ha sido la evolución de los precios?
R.: Hay productos regulados, pero la Unión Europea nos impone un mercado libre. Lo importante es hacer una oferta conjunta y no vender cada uno a su aire, porque caes en la desorientación y en manos del que compra. Lo he visto muy de cerca en la Lonja, he visto la diferencia entre el sector productor, disperso, frente a los almacenistas, que son auténticos profesionales, que conocen minuto a minuto la evolución del mercado.
P.: ASAJA consiguió unir al sector productor, a falta del comprador, para crear la Interprofesional de la patata que se consiguió hace un año…
R.: La patata es una alternativa muy necesaria en estas explotaciones desde el punto de vista agronómico porque permite abonar las tierras bien y los cultivos posteriores son muy buenos. El problema de la patata es el mercado. Es un producto libre y perecedero que hay que venderlo. La Interprofesional debe tener como objetivo equilibrar el mercado y defender al eslabón más débil, que es el productor.
P.: Costes disparados a los que se suma la guerra en Ucrania.
R.: Los ganaderos atraviesan un problema muy serio y puede que disminuya la cabaña al no poder mantenerla. Y esto es muy malo para todos… Además, hay que ponerse en la piel del ganadero porque la tuberculosis se propaga por la fauna salvaje, tienen problemas con el lobo, las aves de rapiña. La subida en el abono, el gasoil, la luz, etc. hace que todo el mundo esté muy temeroso de sembrar.
P.: Y, ahora, una nueva PAC más verde…
R.: Siempre hemos ido mejorando pero dar la vuelta a las cosas es pasarse de rosca. Es una insensatez. Hay movimientos ecologistas que no tienen ni idea de qué es el campo.
P.: ¿Cuál es su papel ahora que tu hijo te ha sustituido en el campo?
R.: Como el de cualquier padre, ayudarle en todo lo que sea necesario. Sin imponerle las cosas, porque es bueno que la gente joven se equivoque alguna vez, que es cuando más se aprende.
P.: ¿Vas a echar de menos la actividad?
R.: Después de tantos años, por supuesto que no. Ya me toca descansar, viajar si se puede, disfrutar de la familia e ir a dar una vuelta a ver cómo están los cultivos. Siempre hay cosas que hacer.