En esta convocatoria se han resuelto favorablemente expedientes de inversión correspondientes a quince empresas | Con estas ayudas se apoyan inversiones por valor de 10,7 millones de euros, lo que va a contribuir al mantenimiento de 326 puestos de trabajo y la creación de 16 nuevos empleos
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural ha resuelto, por importe de 4,05 millones de euros, la convocatoria de ayudas por la que se convocan determinadas subvenciones a la transformación y comercialización de los productos agrarios, silvícolas y de la alimentación, incluidas en la submedida 8.6 del Programa de Desarrollo Rural de Castilla y León 2014-2020 (PDR), confinanciado por el Feader.
Según ha explicado el consejero, “esta línea de ayudas tiene como objetivos continuar modernizando el sector, generar oportunidades de futuro en el medio rural y promover las inversiones en tecnologías forestales y en la transformación, movilización y comercialización de productos forestales”. Para ello, se apoyan aquellos proyectos que presenten pymes para operaciones anteriores a la transformación industrial de la madera o la utilización de productos forestales para procesamiento de biomasa forestal no maderable para producir energía renovable, aprovechamiento de residuos y subproductos, así como la producción de pellets, entre otros.
En esta convocatoria se han resuelto favorablemente expedientes de inversión correspondientes a quince empresas, que van a percibir un total de 4.058.245 euros de subvención. Todas las beneficiarias son pequeñas y medianas empresas de Castilla y León.
Jesús Julio Carnero también ha destacado que “con la resolución de estas ayudas se apoyan inversiones por un valor de 10.685.673 euros, lo que va a contribuir al mantenimiento de 326 puestos de trabajo y la creación de 16 nuevos empleos, situados fundamentalmente en el medio rural”.
Mantenimiento del empleo
Uno de los aspectos a destacar en esta convocatoria es que se ha prestado una especial atención al mantenimiento y a la creación de empleo, para lo que se modificaron los criterios de selección de los proyectos para adaptarlos al escenario provocado por la crisis sanitaria y a las amenazas que entraña en lo relativo al mantenimiento de la actividad económica y al riesgo de destrucción de empleo.