El trigo y la cebada han confirmado el cambio de tendencia observado desde mediados de mes durante la sesión de la Lonja de León celebrada este jueves, al coincidir la festividad de Navidad en miércoles. Los demás cereales, sin embargo, no se están beneficiando de esta leve recuperación de precios. Las mesas de forrajes y patata también repitieron cotizaciones.

Tres euros la tonelada han ganado en la tablilla tanto la tonelada de trigo como la de cebada en la mesa de cereales de la lonja leonesa, una tímida recuperación de las dos principales producciones de grano de la provincia de Palencia, que ya se apreció en la anterior sesión, al igual que en otras plazas nacionales.

Así y todo, los precios de los cereales se sitúan todavía en torno a un tercio por debajo de los niveles que deberían alcanzar para garantizar la rentabilidad de las explotaciones de nuestros productores a los actuales costes de insumos, sin olvidarnos de la amortización de las inversiones y del propio trabajo del agricultor, que merece ser compensado como corresponde.

UN TERCIO MENOS QUE HACE DOS AÑOS. El trigo marcaba en la última sesión de 2023 a 229 euros/tonelada; es decir, catorce más que en la actualidad, lo que supone más del 6 % de caída interanual, acumulada sobre el acusado descenso de 2022: recordemos que la última sesión de la Lonja de León de ese año constataba operaciones a 310 euros/tonelada (así pues, pese al ligero ascenso del trigo de este diciembre, hablamos aún de bajadas que rondan el 31 % en dos años).

La cebada registra caídas similares. Hace un año se pagaba en esta misma plaza a 213 euros/tonelada: la cebada ha perdido dieciséis euros en un año, con caída interanual que aún supera el 7,5%, pese a este último retoque al alza. Si miramos a la cotización de la última sesión de 2022 —la cebada se pagaba a 294 euros/tonelada—, hablamos de un descenso en dos años de casi un centenar de euros, justo un tercio menos que su precio de entonces (-33 %).

Como ASAJA viene denunciando desde hace tiempo, las importaciones masivas del mecanismo de solidaridad con Ucrania (que han convertido a España en el mayo importador de grano de aquel país en todo el territorio de la Unión Europea) es la causa de este descenso, que se está cargando sobre la rentabilidad de numerosas explotaciones nacionales.