Se cumplen esta semana dos meses desde que la Lonja de León decidió, a mediados de junio, suspender la cotización de los cereales a la espera de la cosecha de la actual campaña. Es un buen momento, pues, para conocer cómo ha evolucionado el precio del cereal con respecto a los últimos concertados antes de ese paréntesis temporal. Salvo el caso de la avena, que registra un aumento del 15%, todos los cereales se han depreciado, con caídas que van desde el 1% en el precio del maíz hasta el 9% en el del centeno; y que rondan el 5% de promedio si excluimos ese comportamiento «extraño» de la avena, fruto de un desajuste coyuntural de oferta y demanda. En definitiva, estamos ante una mala señal, máxime si se tienen en cuenta los desorbitados costes de sementera que hace unos meses debieron asumir los agricultores cuando empezó la campaña… una inflación en los insumos que, en buena medida, no se ha revertido cara a la próxima siembra.
Ni la incierta coyuntura internacional ni una cosecha nacional por debajo de la habitual están manteniendo los precios de los cereales, lo que puede complicar que los agricultores puedan cuadrar las cuentas de manera positiva esta campaña que ya concluye.
La avena constituye la única excepción en las cotizaciones de la Lonja de León, que este miércoles 16 de agosto marcó un precio de 300 euros por tonelada. Trascurridos dos meses desde que este mercado suspendiera temporalmente la cotización, este cereal es el único que demuestra un comportamiento al alza con respecto a los últimos precios pagados antes de la cosecha.
La tonelada de avena se cotizaba a mediados del pasado junio a 255 euros la tonelada, por lo que ha experimentado una subida del 15%, toda vez que en la lonja celebrada el miércoles en Santa María del Páramo volvía a subir diez euros la tonelada.
ESCASA OFERTA Y FUERTE DEMANDA. La Lonja de León informa que hay una falta de oferta de avena unida a una fuerte demanda, causa de varias sesiones consecutivas de incremento en el precio de este cereal, cuyo diferencial con respecto a otros, como el trigo, la cebada y el maíz, es cada vez más amplio.
Los agricultores palentinos que han sembrado esta campaña algo más de 15.300 hectáreas de avena pueden, así pues, considerarse más afortunados. Se trata de una superficie muy similar a la sembrada en nuestra provincia en la campaña anterior de 2022, con 15.009 hectáreas. Fue la provincia con más tierras destinadas a este cereal, que en toda Castilla y León dedicó poco más de 68.000 hectáreas.
En cambio, esta campaña de 2023 Palencia, pese a aumentar unas trescientas hectáreas, ha cedido el primer puesto a Zamora, con más de 15.700 hectáreas, según el avance de superficies de junio, para una superficie total en Castilla y León de casi 83.000 hectáreas. Sí conserva Palencia, por el contrario, el primer puesto en cuanto a rendimiento estimado, que la Junta de Castilla y León cifró al principio de la cosecha cerca de los 2.100 kilos/hectárea, frente a un promedio regional de unos 1.650 kg/ha.
GOTEO A LA BAJA. Las últimas sesiones del mercado leonés (que decidió cotizar tres días a la semana el cereal, dada la volatilidad de los precios por la guerra de Ucrania y la inmediatez de la cosecha interior), mantienen un goteo a la baja en todos los demás cereales.
De hecho, según un comunicado de la propia Lonja de León, «están entrando ya en una zona peligrosa, con la rentabilidad de las explotaciones ya al límite, pues hay que recordar que afrontamos la sementera más cara de la historia en cuanto a inversión».
Con respecto a los últimos precios de hace dos meses, la mayor caída se registra en el centeno, que ha pasado de los 240 euros/tonelada que se pagaban antes de la cosecha a los 218 €/t de cotización este miércoles, un retroceso del 9,2%. También son significativas las caídas de la cotización de la cebada (-6,3%) y del trigo (-4,3%) en relación con los últimos precios de finales de la primavera en ese mismo mercado leonés. Menos acusadas son las bajadas en el triticale (-2,5%) y el maíz (-1,2%)./
